En un operativo de gran magnitud llevado a cabo el 5 de noviembre, la Secretaría de Marina (Semar) desmanteló una red de armamento y equipo táctico en Sinaloa, con el apoyo de aeronaves y unidades terrestres. La operación, conocida como Sinaloa Seguro, tuvo lugar en el municipio de Culiacán, una región históricamente conocida por su alta actividad delictiva, atribuida principalmente al crimen organizado.
Participación de aeronaves de la Marina
El operativo involucró tanto aeronaves de ala fija como móviles, incluidas unidades de gran capacidad como la King Air, un Black Hawk y un MI-17, las cuales desempeñaron un papel crucial en la localización y aseguramiento de material bélico. Estos movimientos aéreos se complementaron con el despliegue de efectivos de la Infantería de Marina y los Operativos Especiales, quienes realizaron las acciones sobre el terreno.
La intervención de estos equipos altamente entrenados fue esencial para garantizar la seguridad en áreas claves de Culiacán, como Guamuchilera, Alcoyonky, Talayote, los Vasitos y la Flecha, sitios identificados como puntos de interés estratégico en la región.
Hallazgos clave del operativo
Durante el operativo, las autoridades confiscaron una serie de armas largas, chalecos tácticos y ropa similar a la que utiliza el Ejército mexicano. También fueron asegurados artefactos ponchallantas, utilizados habitualmente por grupos del crimen organizado en enfrentamientos y enfrentamientos con autoridades. Las imágenes difundidas por la Semar muestran las armas incautadas, destacándose al menos ocho rifles de alto calibre.
Lo más significativo de esta intervención fue la falta de enfrentamientos directos. Las autoridades informaron que, aunque se trató de una operación de alto riesgo, no se registraron detonaciones ni hubo personas capturadas, lo que resalta la eficacia de la estrategia empleada.
Sin vínculos directos con grupos del crimen organizado
A pesar de que Culiacán es una zona donde se desarrollan frecuentes enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa, las autoridades no han podido establecer conexiones directas entre el material incautado y algún grupo delictivo específico. Sin embargo, la presencia de armas de uso exclusivo del Ejército y la naturaleza del material asegurado subrayan la importancia de esta operación, especialmente en un contexto de creciente violencia en el estado.
Violencia y control en Culiacán
El operativo Sinaloa Seguro también se enmarca dentro de los esfuerzos del gobierno mexicano por reducir la violencia que azota a la región. En octubre de 2024, la captura de Edwin Antonio “N” (alias El Max) hizo ruido en los medios, ya que fue señalado como un miembro del Cártel de Sinaloa. En dicha operación, 19 personas perdieron la vida en un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y un grupo armado. Estos incidentes reflejan la compleja realidad de Culiacán, donde el control de los territorios es disputado por diferentes células criminales, lo que genera conflictos armados recurrentes.
¿Por qué es importante este operativo?
La importancia de este tipo de operativos radica en que no solo se busca decomisar armamento, sino también reducir la capacidad de los grupos criminales para operar con impunidad en las regiones conflictivas. La intervención de aeronaves como el Black Hawk y el MI-17, junto con las unidades terrestres, envía un mensaje claro de que las fuerzas de seguridad están dispuestas a tomar acciones decisivas.
Además, estas operaciones permiten fortalecer la presencia del gobierno en zonas que han sido históricamente focos de violencia, lo que puede contribuir a recuperar la confianza de la población en las autoridades y disminuir el impacto de la criminalidad en la vida cotidiana de los habitantes de Sinaloa.
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