Miguel Ángel Félix Gallardo, mejor conocido como el “Jefe de Jefes” y fundador del Cártel de Guadalajara, habló públicamente desde prisión por primera vez en décadas, en una breve pero poderosa entrevista con la periodista Issa Osorio de Telemundo. Este capo legendario, quien alguna vez controló las rutas del narcotráfico en México y desafió a las autoridades, ahora enfrenta un destino muy distinto. A los 78 años, tras más de tres décadas en prisión, Félix Gallardo relata su vida desde el deterioro físico y la distancia emocional, con reflexiones sobre su salud, su pasado y la situación de violencia que enfrenta el país.
Un hombre quebrantado: la salud de Félix Gallardo en prisión
Félix Gallardo aparece ante las cámaras en una silla de ruedas, con un cuerpo visiblemente frágil y una salud precaria. Él mismo describe su vida como la de “un cadáver” en vida. Desde una celda en el penal de Puente Grande, Jalisco, el exlíder criminal detalla cómo las condiciones de encarcelamiento han devastado su salud. Ha perdido la audición, la visión de un ojo, y depende de un tanque de oxígeno para respirar debido a una neumonía severa.
Durante la entrevista, el “Jefe de Jefes” compartió que apenas puede caminar y sufre de inmovilidad parcial. Ha sido sometido a varias cirugías, y una de sus declaraciones más impactantes es cuando confiesa que solo espera “descansar bajo un árbol”, un deseo que refleja la resignación de un hombre que, en otros tiempos, tuvo un poder descomunal.
Kiki Camarena: la acusación que marcó su vida
Félix Gallardo fue arrestado en 1989 y sentenciado a cerca de 40 años de prisión por su implicación en el asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, un agente de la DEA que fue secuestrado, torturado y asesinado en 1985. El caso de Camarena sigue siendo uno de los más recordados en la historia del narcotráfico, marcando el inicio de una guerra sin precedentes entre las autoridades estadounidenses y los cárteles mexicanos.
Durante la entrevista, Félix Gallardo negó cualquier relación con el homicidio de Camarena, asegurando que nunca conoció al agente de la DEA y que los verdaderos culpables ya han sido castigados. “Sé que era un buen hombre”, expresó con una mezcla de respeto y distanciamiento, insistiendo en su inocencia y afirmando que su arresto estuvo lleno de irregularidades, describiendo cómo fue detenido violentamente en su casa sin una orden de aprehensión.
Las series de televisión y su negativa de conocer a Pablo Escobar
Félix Gallardo también aprovechó la entrevista para hablar sobre su descontento con la forma en que series como “Narcos: México” de Netflix han retratado su vida. La serie muestra a Félix Gallardo como uno de los arquitectos del tráfico de cocaína en alianza con el cartel colombiano de Pablo Escobar. Sin embargo, el capo negó haber conocido a Escobar y desmintió haber estado en Medellín o Cali, criticando la representación de su vida en dichas producciones.
El “Jefe de Jefes” aseguró que nunca tuvo intenciones de ser un hombre de armas, y que en su juventud se dedicaba a la agricultura, el comercio de legumbres y a operar algunas farmacias y hoteles. Para él, estas producciones han creado una imagen distorsionada que no coincide con la vida que dice haber llevado antes de su arresto. “No me dediqué al narcotráfico ni fui un hombre de armas”, enfatizó, buscando contrastar su percepción personal con la fama que le han atribuido los medios y la cultura popular.
Apoyo a AMLO y su visión sobre la violencia en México
A pesar de su situación, Félix Gallardo compartió sus pensamientos sobre la situación de violencia en el país y expresó su apoyo al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Afirmó que el mandatario está tomando medidas para abordar las causas de la violencia, como la desigualdad y la falta de oportunidades, destacando la importancia de los programas sociales y pensiones que, a su juicio, son una solución a largo plazo.
Sorprendentemente, Félix Gallardo afirmó que no buscaría su libertad a través de la amnistía impulsada por AMLO para personas de edad avanzada en prisión. Aseguró que no deseaba quitarle tiempo al presidente con sus problemas y que lo único que quiere es poder descansar en paz. Con estas palabras, Félix Gallardo demuestra una aceptación casi trágica de su destino, un destino que contrasta con la imagen poderosa que alguna vez ostentó.
La caída de un capo: ¿Cómo será recordado el “Jefe de Jefes”?
La entrevista con Issa Osorio nos muestra a un Félix Gallardo muy distinto al temido líder que, en su apogeo, era uno de los hombres más buscados por las autoridades mexicanas y estadounidenses. En su vida actual, el “Jefe de Jefes” solo espera “descansar bajo un árbol”, un deseo simple y melancólico que simboliza la caída de un hombre que alguna vez desafió al gobierno y moldeó el mundo del narcotráfico en México.
Al ser cuestionado sobre cómo desea ser recordado, Félix Gallardo respondió que quiere ser visto como un hombre “honesto” que no fue “de armas”, palabras que contrastan con su historia criminal y la narrativa construida en torno a él. La historia de Félix Gallardo es, sin duda, una muestra del destino que suele esperar a quienes eligen el camino del narcotráfico: un final donde el poder y la riqueza se vuelven recuerdos distantes frente a una realidad de abandono y resignación.


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