Diciembre cerró con una noticia alarmante: 405 mil empleos formales registrados en el IMSS se perdieron, una cifra que encendió las alarmas en todos los sectores económicos del país.
Este dato no solo representa un revés significativo en el inicio de la administración de Claudia Sheinbaum, sino que plantea interrogantes urgentes sobre la estrategia económica de su gobierno y su capacidad de respuesta ante un mercado laboral en crisis.
¿Qué está detrás de esta caída en el empleo?
La pérdida masiva de empleos no puede ser ignorada ni reducida a un «ajuste natural» del cambio de sexenio. Las razones principales detrás de este fenómeno incluyen:
- Freno en la inversión pública y privada: La pausa en proyectos clave de infraestructura y la falta de claridad sobre las políticas económicas han generado incertidumbre.
- Débil continuidad de proyectos: Muchos proyectos del gobierno anterior han quedado en pausa o suspendidos, dificultando la generación de empleos.
- El «modo de espera» gubernamental: La estrategia de esperar decisiones externas, como las leyes secundarias energéticas o las acciones de Donald Trump, afecta la proactividad económica.
Las implicaciones económicas de esta pérdida laboral
El impacto de la pérdida de empleos va más allá de los números. Este fenómeno afecta directamente la capacidad de consumo de las familias mexicanas, un pilar que Hacienda había identificado como clave para el crecimiento económico en 2025. Con menos empleos formales:
- Menos poder adquisitivo: 405 mil trabajadores formales dejan de percibir ingresos estables, reduciendo su capacidad de consumo.
- Menores ingresos fiscales: La recaudación de impuestos se ve afectada al disminuir la base de trabajadores registrados.
- Mayor precariedad laboral: La pérdida de empleos formales empuja a miles de personas al sector informal, caracterizado por menores garantías laborales y menores ingresos.
¿Qué debe hacer el gobierno? Un golpe de timón es urgente
La administración de Sheinbaum tiene ante sí un desafío mayúsculo: revertir la pérdida de empleos y reactivar la economía. Algunas acciones prioritarias incluyen:
- Acelerar la inversión pública: Proyectos de infraestructura deben ser lanzados con urgencia para generar empleos inmediatos.
- Impulsar el nearshoring: Aprovechar las oportunidades de relocalización de empresas en México para atraer inversión extranjera.
- Definir políticas claras: En sectores clave como energía e infraestructura, es crucial brindar certidumbre a los inversionistas.
- Fortalecer el consumo interno: Implementar estrategias para proteger el poder adquisitivo de las familias mexicanas y estimular la economía.
Pemex, un reflejo de la crisis económica
En paralelo, la situación en Pemex es un recordatorio de los desafíos que enfrenta el gobierno en términos de finanzas públicas. La deuda de la paraestatal sigue creciendo, afectando a proveedores y trabajadores. Resolver las deudas pendientes y garantizar la operatividad de Pemex es esencial para evitar que la crisis económica se profundice.
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