El boom del agave y su colapso inesperado
Hace apenas unos años, el agave era considerado el oro azul de México. Desde 2020, la pandemia trajo consigo una explosión en la demanda de tequila, especialmente en el mercado estadounidense. La industria pasó de consumir 62 millones de plantas de agave a 104 millones en 2022, impulsada por modas internacionales que posicionaron al tequila como una bebida premium.
Sin embargo, esa euforia se ha transformado en una crisis. El precio del agave ha caído drásticamente, pasando de 28 pesos por kilo entre 2019-2022 a solo 4 pesos en 2024. ¿La razón? Un exceso de producto y un descenso en el consumo en su principal mercado, Estados Unidos.
¿Por qué cayó el precio del agave?
El exceso de agave tiene sus raíces en la especulación y la moda. De los 42,236 productores actuales, solo 7,000 tienen una trayectoria tradicional en la industria. Entre 2018 y 2023, el número de productores se quintuplicó. Muchos vieron en el agave una oportunidad de negocio rápido, lo que llevó a una sobreproducción descontrolada.
En 2023, el inventario alcanzó los 295 millones de plantas, mientras que el consumo fue de solo 94 millones. Este desbalance ha generado una sobreoferta que amenaza la viabilidad de pequeños productores tradicionales.
La crisis del tequila y las bodegas llenas
El tequila es una de las bebidas más exportadas de México, con el 80% de su producción destinada a Estados Unidos. Sin embargo, en 2023, el consumo en ese país solo creció un 4% y cayó un 1% en los primeros meses de 2024, según el Financial Times.
Este descenso en la demanda ha llevado a una acumulación récord: 500 millones de litros de tequila sin envasar, equivalente a la producción de un año completo.
Aranceles y la amenaza de Trump
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca suma incertidumbre. Su historial proteccionista y amenazas de aranceles a productos mexicanos podrían complicar aún más la exportación de tequila. Si se aplican aranceles al tequila, el mercado estadounidense podría encarecer el producto, afectando tanto a grandes exportadoras como a pequeños productores que dependen de la demanda internacional.
El impacto en pequeños productores tradicionales
La crisis del agave afecta directamente a los pequeños productores, quienes enfrentan costos de producción más altos que los grandes consorcios. Muchos se ven obligados a vender su producto por debajo del costo o incluso a abandonar sus cultivos.
Preguntas urgentes para el futuro del agave:
- ¿Qué pasará con el agave no vendido?
- ¿Se abandonará sin procesamiento, generando riesgos ambientales y económicos?
- ¿Qué medidas tomarán las autoridades para proteger a los productores tradicionales?
Proyecciones para 2030: un excedente preocupante
Según proyecciones, para 2029, el consumo de agave será de 115 millones de plantas, mientras el inventario alcanzará 1,506 millones. Este desbalance entre oferta y demanda podría ser devastador para la industria si no se toman medidas correctivas.
¿Qué papel juega el gobierno en esta crisis?
Durante la reciente visita de Claudia Sheinbaum a Jalisco, la problemática del agave y el tequila no fue un tema prioritario. Sin embargo, las autoridades locales y federales necesitan intervenir con políticas claras:
- Regulación en la producción de agave.
- Apoyo económico y técnico a pequeños productores.
- Incentivos para la diversificación del mercado interno y externo.
La cruda realidad del tequila
La industria tequilera enfrenta un desafío monumental. Lo que alguna vez fue un símbolo de orgullo mexicano está en peligro debido a la falta de regulación y la sobreproducción descontrolada. El futuro de miles de familias productoras está en juego, y la «cruda del tequila» no parece tener una solución inmediata.
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