La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) anunció este lunes los resultados de una operación internacional destinada a “desmantelar el Cártel de Sinaloa”, considerada una de las organizaciones criminales más violentas y poderosas del mundo. En el operativo, realizado del 25 al 29 de agosto de 2025, fueron detenidas 617 personas vinculadas a la red delictiva, además de importantes decomisos de drogas, dinero en efectivo, armas y bienes.
De acuerdo con el informe oficial, la DEA aseguró 480 kilogramos de fentanilo en polvo, 714,707 pastillas falsas, 2,209 kilogramos de metanfetamina, 7,469 kilogramos de cocaína y 16.55 kilogramos de heroína, además de 11.1 millones de dólares en efectivo, activos valuados en 1.6 millones y 420 armas de fuego.
El administrador de la DEA, Terrance Cole, destacó que cada arresto y decomiso “representa vidas salvadas y comunidades defendidas”, al subrayar que el objetivo es debilitar las estructuras de mando, control y distribución de esta organización criminal, presente en al menos 40 países.
La ofensiva de Trump contra los cárteles
Este despliegue ocurre en el marco de la estrategia frontal encabezada por el presidente Donald Trump, quien en febrero pasado designó al Cártel de Sinaloa, junto con otros siete grupos, como Organización Terrorista Extranjera. Con esta medida, Washington busca ampliar las herramientas legales y militares para enfrentar a las redes del narcotráfico.
Trump ha colocado el combate al fentanilo en el centro de su agenda de seguridad nacional, responsabilizando a los cárteles mexicanos de “envenenar a la juventud estadounidense” y comprometiéndose a desmantelar sus operaciones con el apoyo de agencias federales y alianzas internacionales. La Casa Blanca ha insistido en que la lucha contra estas organizaciones no es únicamente un asunto de seguridad, sino de salud pública y de protección a las familias.
La operación “Surge” de la DEA refleja ese enfoque de gobierno integral, con participación de la Homeland Security Task Force y otras dependencias federales, en lo que la administración define como un combate directo a organizaciones criminales transnacionales con perfil terrorista.
LAS CABEZAS DEL CÁRTEL, DETENIDAS
El Cártel de Sinaloa, considerado durante décadas el grupo criminal más influyente de México, atraviesa un proceso de debilitamiento tras la captura de sus principales líderes. Su fundador, Joaquín “El Chapo” Guzmán, cumple cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos tras ser condenado en 2019. Su histórico socio, Ismael “El Mayo” Zambada, también se encuentra bajo custodia de las autoridades estadounidenses, al igual que varios de los hijos de Guzmán Loera, conocidos como “Los Chapitos”, quienes fueron extraditados en los últimos años.
Aunque las detenciones han golpeado a la estructura central del cártel, la DEA reconoce que todavía existen decenas de miles de miembros, asociados y facilitadores operando en el mundo, responsables de la producción, transporte y comercialización de drogas sintéticas y cocaína. La ofensiva actual busca cortar esas redes, consideradas una de las principales amenazas para la seguridad nacional de Estados Unidos.


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