La denuncia pública del activista y ecologista Arturo Islas Allende sobre ecocidio y tráfico ilegal de especies en Celestún, Yucatán, tuvo respuesta inmediata del gobierno estatal. Tras difundir un video en sus redes sociales con imágenes del basurero irregular dentro de la reserva de la biosfera y de la supuesta extracción ilegal de pepino de mar, el gobernador Joaquín Díaz Mena lo recibió este martes en Palacio de Gobierno.
En su video, compartido en redes sociales, el activistaresponsabilizó al alcalde de Celestún y a las autoridades locales por la contaminación y el daño ambiental que, asegura, afecta directamente al manglar y a la ría donde se alimentan los flamencos rosados, principal atractivo turístico de la zona. “Los flamingos se están comiendo nuestra mierda”, subrayó. También señaló la quema de residuos a cielo abierto, el derrame de lixiviados al manto acuífero y la intoxicación de aves.
El activista denunció que, aunque la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró el sitio el 21 de junio, los sellos fueron retirados y la operación continuó. Afirmó que en el lugar operan mafias que trafican con pepino de mar, especie protegida, y que ha sido expulsado a pedradas al intentar documentar la situación.
En el encuentro de este martes, el gobernador Díaz Mena aseguró que escuchó toda la información documentada y giró instrucciones para que se actúe de inmediato. “En Yucatán, cuando se trata de cuidar nuestra tierra y nuestro mar, siempre estaremos dispuestos a sumar esfuerzos con la ciudadanía”, escribió en sus redes sociales.
La denuncia ha generado un fuerte eco en la opinión pública y en colectivos ambientalistas, que ven en este caso una oportunidad para reforzar la vigilancia en áreas naturales protegidas y frenar actividades ilícitas que amenazan el equilibrio ecológico de la región.
Islas, conocido por su activismo en defensa de la vida silvestre, reiteró que no busca confrontaciones políticas, sino soluciones reales. “A las autoridades no hay que rogarles para hacer las cosas bien. Aquí se ofreció limpiar sin que el gobierno pusiera un peso”, dijo.
Ahora, el reto para las autoridades será comprobar que las acciones anunciadas no queden en declaraciones, sino que se traduzcan en operativos efectivos, sanciones a los responsables y una recuperación ambiental que devuelva la salud a uno de los ecosistemas más valiosos de Yucatán.


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