El Gobierno de México confirmó que aerolíneas nacionales cedieron parte de los slots, espacios de aterrizaje y despegue, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a compañías estadounidenses, como parte de un acuerdo bilateral tras una disputa que amenazaba con escalonar sanciones comerciales.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo explicó que este pacto fue negociado directamente entre las compañías mexicanas y estadounidenses, luego de que el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) revocó 13 rutas operadas por empresas mexicanas, principalmente desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
“Desde hace ya algunas semanas se hizo una distribución de los slots en donde aerolíneas mexicanas ceden sus espacios a aerolíneas estadounidenses en un marco de competitividad”, afirmó Sheinbaum en conferencia matutina.
DOT presionó por devolución total de espacios en el AICM
La medida responde a semanas de tensión entre ambos países. El Departamento de Transporte de Estados Unidos señaló que, debido a la cancelación “ilegal” de vuelos de aerolíneas estadounidenses en territorio mexicano, se tomarían medidas de reciprocidad.
En este contexto, el DOT condicionó la aprobación de nuevas rutas mexicanas hacia EE.UU. y exigió “la devolución total” de los slots confiscados en el AICM a compañías norteamericanas.
Entre los puntos más delicados que elevaron la tensión destacan:
- La revocación de 13 rutas mexicanas en operación o proceso de autorización.
- La negativa a permitir nuevas rutas desde el AICM y el AIFA hacia Estados Unidos.
- La revisión de un proceso para prohibir vuelos de carga combinada, en panzas de aeronaves de pasajeros, hacia EE.UU.
Este escenario llevó a las aerolíneas mexicanas a ceder horarios estratégicos en el AICM, considerado el aeropuerto más importante del país y uno de los más congestionados del continente.

Aerolíneas mexicanas y estadounidenses negocian en medio de presión
Aunque la presidenta Sheinbaum no reveló la cantidad precisa de slots que fueron cedidos, confirmó que el AICM será quien distribuya los horarios y que no habrá incrementos en la capacidad operativa, pues se mantendrá en 44 operaciones por hora.
La decisión se dio mientras varias aerolíneas presionaban por mayor acceso al mercado mexicano, que se mantiene como uno de los destinos clave para el flujo turístico y de negocios desde Estados Unidos.
Sheinbaum señaló que el acuerdo garantiza seguir la “competitividad bilateral” y evitar que las relaciones aéreas se vean afectadas, especialmente ante el impacto que esto puede representar para las aerolíneas mexicanas en un sector históricamente sensible.
AIFA enfrenta presión por logística y aduanas
La mandataria también explicó que su gobierno mantiene diálogos con compañías de carga estadounidenses que operan desde el AIFA, debido a problemas operativos en aduanas que han retrasado procesos logísticos clave.
“Ha habido diálogo con aerolíneas de carga de Estados Unidos. Estamos revisando los problemas en aduanas y trabajando para solucionarlos”, agregó.
El Gobierno insiste en impulsar al AICM como terminal histórica de alta demanda, mientras que el AIFA será promovido como un referente logístico de carga y nuevas rutas.
“Ambos aeropuertos serán plataformas estratégicas”, dijo la presidenta. “Seguiremos las pláticas durante varias semanas en el entendido de que podamos llegar a acuerdos favorables”.


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