En el balance de este año, una realidad ineludible emerge con fuerza: 2024 fue el año del narco. Más allá de las elecciones, los cambios en la Constitución o las reformas al Poder Judicial, la consolidación del narcotráfico como un poder fáctico en México es el verdadero titular.
Un poder que compite con el Estado
Los eventos recientes en Sinaloa son solo la punta del iceberg. El narcotráfico ha demostrado tener un poder de fuego comparable al del Estado mexicano. Enfrentamientos en zonas como Chiapas, Guerrero y Michoacán reflejan un panorama donde las líneas entre crimen organizado y estructuras gubernamentales se difuminan peligrosamente.
Datos clave del impacto del narcotráfico en 2024:
- Desplazamiento masivo: Miles de familias han huido de estados como Michoacán y Guerrero, buscando refugio en Estados Unidos o incluso en países vecinos como Guatemala.
- Colapso económico local: Regiones afectadas por las guerras del narco ven desplomarse actividades productivas, dejando a comunidades enteras en la precariedad.
El narco como benefactor: una realidad aterradora
En un giro que mezcla cinismo y estrategia, líderes del narcotráfico como Nemesio Oseguera, alias «El Mencho», se han posicionado como benefactores en comunidades vulnerables. Desde repartir juguetes en Coalcomán, Michoacán, hasta entregar alimentos y medicinas, su presencia se siente como un Estado paralelo que opera sin restricciones.
¿Qué significa este “asistencialismo del narco”?
- Control territorial absoluto: La entrega de bienes no es altruismo, sino una herramienta para afianzar su dominio en comunidades marginadas.
- Legitimidad social: En ausencia del Estado, los cárteles llenan vacíos y ganan apoyo entre poblaciones olvidadas.
Vínculos políticos: el narco como poder electoral
El escándalo en Coalcomán, donde la alcaldesa Anavel Ávila del partido MC agradeció públicamente al CJNG, evidencia cómo el crimen organizado no solo influye, sino controla procesos políticos en varias regiones.
Los números detrás de esta realidad:
- Candidatos asesinados: 2024 reportó decenas de asesinatos de aspirantes y funcionarios locales que no se alinearon con los intereses del crimen organizado.
- Alcaldías cooptadas: Varias presidencias municipales en estados como Guerrero y Michoacán operan bajo el yugo de los cárteles.
Repercusiones internacionales: México bajo la lupa
El poder del narcotráfico no se queda dentro de las fronteras nacionales. A nivel internacional, Estados Unidos ya señala al narco mexicano como una amenaza de terrorismo global, similar a grupos como ISIS.
Lo que esto implica para México:
- Amenazas de intervención: Figuras como Donald Trump han planteado operaciones militares contra los cárteles en territorio mexicano.
- Crisis migratoria: El desplazamiento forzado no solo afecta a México, sino que incrementa la presión migratoria en la frontera norte.
¿Un 2024 único o el inicio de una era?
El año que termina deja un mensaje claro: el narcotráfico no solo ha consolidado su poder, sino que lo ha normalizado en la vida pública y política de México. Desde enfrentamientos armados hasta control político y “acciones humanitarias”, su influencia no parece tener límites.
2025 traerá nuevos retos, pero si algo es seguro, es que el narcotráfico seguirá siendo un actor central en el devenir del país. ¿Estamos preparados para enfrentarlo o, como parece, continuaremos cediendo terreno?
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