La Casa Blanca confirmó que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha ordenado ataques militares contra embarcaciones venezolanas, conocidas como narcolanchas, bajo el argumento de que están vinculadas con organizaciones terroristas y cárteles de la droga que amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos.
Karoline Leavitt, vocera de la Casa Blanca, afirmó que cada operación responde a evaluaciones de inteligencia que confirman la relación entre estas embarcaciones y grupos terroristas designados.
Una guerra declarada contra el narcotráfico
Consultada sobre si Trump declaró formalmente la guerra a los cárteles, Leavitt recordó que el presidente siempre ha mantenido su compromiso de frenar la epidemia de drogas en su país. “Estas acciones se realizan en consonancia con su responsabilidad constitucional y en apoyo de la política exterior y de seguridad nacional”, aseguró.
El propio Trump, según medios como The New York Times y Fox News, ya calificó el escenario como un “conflicto armado no internacional” contra las organizaciones criminales transnacionales, lo que le otorga la base legal para ordenar ataques militares en aguas internacionales.
El último ataque en el Caribe: 4 muertos
Este viernes, Pete Hegseth, secretario de Guerra estadounidense, informó que un nuevo ataque contra una narcolancha venezolana en el Caribe dejó un saldo de cuatro muertos. Según el memorándum enviado al Congreso, la embarcación transportaba narcóticos ilícitos que podían destinarse a acciones contra ciudadanos estadounidenses.
“Este ataque resultó en la destrucción del buque, los narcóticos ilícitos y la muerte de aproximadamente tres combatientes ilegales”, señala el documento.
Seguridad nacional y narrativa política
Más allá de los operativos militares, la estrategia de Trump responde a su narrativa política: cumplir la promesa electoral de erradicar la epidemia de drogas. La Casa Blanca sostiene que estas medidas son necesarias para proteger vidas estadounidenses y frenar el flujo de estupefacientes provenientes de Venezuela y de organizaciones vinculadas al narcoterrorismo.
Escenario geopolítico en tensión
El reconocimiento de un conflicto armado no internacional marca un precedente inédito en la política exterior estadounidense. Mientras algunos sectores lo aplauden como un paso firme contra el narcotráfico, otros advierten que la militarización del Caribe podría escalar tensiones con gobiernos latinoamericanos y abrir un nuevo capítulo en la relación entre Estados Unidos y Venezuela.


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