Legisladores republicanos de varios estados de Estados Unidos, como Michigan, Iowa y Minnesota, enviaron cartas e hicieron declaraciones públicas culpando a Canadá por el humo de incendios forestales que ha contaminado el aire durante el verano. Exigen medidas como adelgazamiento de bosques y quemas prescritas, y advierten que la situación podría afectar las relaciones bilaterales y negociaciones comerciales.
Sin embargo, los climatólogos critican que los legisladores omitan el papel del cambio climático y la contribución de Estados Unidos a los gases de efecto invernadero que agravan las olas de calor y sequías, factores que intensifican los incendios forestales.
La situación de los incendios en Canadá
Canadá enfrenta uno de sus peores años en incendios forestales, con más de 4,400 incendios y 72,520 km² quemados hasta la fecha. La mayoría de los incendios son iniciados por personas, aunque las tormentas eléctricas también causan numerosos siniestros en zonas remotas. El gobierno canadiense anunció un financiamiento de 46 millones de dólares para proyectos de investigación y prevención, destacando la necesidad de cooperación internacional ante la crisis climática.
Expertos indican que combatir estos incendios no es sencillo, y que el calentamiento global y el derretimiento del permafrost hacen que los bosques boreales sean más propensos a arder. Climatólogos estadounidenses recomiendan que ambos países trabajen juntos en soluciones climáticas, ya que “nuestro humo es su humo, su humo es nuestro”.
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