Multitud exige fin de ofensiva migratoria y justicia social
Miles de ciudadanos marcharon ayer por Park Avenue en Nueva York, dirigiéndose hacia Billionaires Row y la Torre Trump, para protestar contra la ofensiva migratoria del presidente Donald Trump. Los manifestantes exigieron justicia climática, democracia, libertad de expresión, igualdad de género y que los millonarios paguen más. La diversidad de pancartas reflejó un sentir común: que una élite privilegiada antepone ganancias a la vida de los estadunidenses.
Tensiones entre estados santuario y el gobierno federal
En paralelo, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) advirtió a Nueva York, California e Illinois que deben cooperar con el gobierno federal en la deportación de inmigrantes indocumentados liberados de prisión, bajo amenaza de demandas y recortes presupuestarios. La secretaria adjunta Tricia McLaughlin envió cartas a los fiscales generales de los tres estados, exigiendo colaboración con ICE.
Estados se resisten a cumplir con ICE
Illinois y Nueva York se negaron a informar sobre la liberación de reclusos al ICE, mientras que California no respondió. McLaughlin calificó estas políticas como peligrosas, afirmando que permiten que inmigrantes ilegales con antecedentes penales regresen a comunidades estadounidenses, poniendo en riesgo la seguridad. Hasta ahora, el DHS ha arrestado a más de 400 mil inmigrantes sin papeles, con 70 por ciento con cargos o condenas penales.
Ley de California busca proteger derechos de inmigrantes
California, por su parte, se convirtió en el primer estado en prohibir que agentes de seguridad cubran sus rostros durante actividades oficiales. La medida responde a las recientes redadas antimigrantes en Los Ángeles, donde ICE empleó máscaras, generando protestas masivas y el despliegue de la Guardia Nacional y marines. El gobernador Gavin Newsom destacó que 27 por ciento de los residentes del estado nacieron en el extranjero y que la ley protege derechos fundamentales.
El pulso entre manifestantes y autoridades
Mientras tanto, la marcha en Nueva York reflejó la frustración ciudadana frente a políticas restrictivas y un sistema que, según los participantes, prioriza intereses económicos sobre derechos humanos. La manifestación fue pacífica, pero masiva, con un marcado enfoque en la responsabilidad de las élites y la exigencia de un cambio político que garantice igualdad y justicia.
Proyección de las tensiones migratorias
Se espera que el DHS recurra al Departamento de Justicia para demandar a los estados y bloquear futuros fondos federales si persiste la falta de cooperación. La confrontación entre gobiernos estatales y federales resalta un clima de polarización política y social que seguirá definiendo la agenda migratoria de Estados Unidos.


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