La marca suiza Tudor celebra un momento histórico con el lanzamiento de su primer reloj con fases lunares, el Tudor 1926 Luna. Disponible en tres versiones elegantes, este modelo marca un nuevo capítulo en la colección 1926, tradicionalmente conocida por su estilo clásico y atemporal. Con esta incorporación, Tudor demuestra que también puede competir en el segmento de relojes de vestir de lujo, más allá de sus famosos modelos robustos como el Black Bay o Pelagos.
Diseño elegante y versátil
El Tudor 1926 Luna presenta un cristal de zafiro abombado bajo el cual se aprecia la indicación de la fase lunar a las seis en punto. Sus tres variantes de color —esfera negra con acentos dorados, champaña con detalles negros y azul con índices plateados— permiten al usuario elegir según su estilo.
Con una caja de 39 milímetros en acero inoxidable pulido y hermeticidad de 100 metros, este reloj combina estética y funcionalidad para el uso diario. Su brazalete de siete eslabones, con exteriores satinados y eslabones centrales pulidos, refuerza la sensación de lujo discreto y sofisticación.

Movimiento automático de alta fiabilidad
En el interior del Tudor 1926 Luna late el calibre automático T607-9, basado en un Sellita confiable, que garantiza precisión y durabilidad. Este calibre impulsa horas, minutos, segundos, fecha y fase lunar, ofreciendo una reserva de marcha de 41 horas. La elección de este movimiento refleja la filosofía de Tudor: priorizar resistencia y facilidad de mantenimiento frente a complicaciones innecesarias, convirtiendo al 1926 Luna en un compañero diario confiable.
La fase lunar, símbolo de tradición y estética
La complicación de fases lunares no solo añade funcionalidad, sino que representa un nuevo horizonte para Tudor. Hasta ahora, la marca estaba asociada a relojes-herramienta, pero con el 1926 Luna incursiona en un territorio cargado de poesía y tradición relojera, conectando con la dimensión estética y romántica que solo esta función puede ofrecer.
Incorporar esta complicación casi 100 años después de su fundación demuestra la intención de Tudor de dialogar con la relojería clásica, fusionando técnica y emoción en un guardatiempo accesible y elegante.
Colaboración con Jay Chou y edición especial champaña
El Tudor 1926 Luna también recibe la influencia del músico y diseñador Jay Chou, embajador de Tudor y referente cultural en Asia. Su participación se refleja en la versión champaña, que combina tradición oriental y estilo contemporáneo, agregando valor artístico y cultural al reloj. Esta colaboración refuerza la presencia global de Tudor y su capacidad de conectar con públicos que buscan más que un simple reloj.
Precio y disponibilidad
El Tudor 1926 Luna ya está disponible en México a un precio de 55,000 pesos mexicanos, convirtiéndolo en una de las opciones más accesibles de un reloj suizo con fases lunares de gran manufactura. Esta cifra posiciona al 1926 Luna como una excelente alternativa para quienes desean lujo, tradición y tecnología en un solo reloj.


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