Cuando Clair Obscur: Expedition 33 se presentó en el Summer Game Fest 2024, pocos imaginaron que se convertiría en uno de los RPG más celebrados del año. Desarrollado por Sandfall Interactive, un estudio francés con apenas 30 integrantes, este título ha desafiado la lógica dominante en la industria de los videojuegos: que solo los gigantes pueden crear experiencias memorables.
Guillaume Broche y Tom Guillermin, mentes clave detrás del juego, compartieron su visión en CEDEC 2025: “Solo Rockstar puede satisfacer la demanda de superproducciones. Nosotros preferimos equipos pequeños, ágiles y con visión”.
El secreto: talento, enfoque y herramientas inteligentes
El desarrollo de Expedition 33 no fue un golpe de suerte. El equipo fue cuidadosamente elegido tras más de 200 entrevistas. Sandfall reunió profesionales con talento extraordinario, capaces de llevar adelante una experiencia de juego de alto nivel con recursos limitados.
Herramientas como Unreal Engine permitieron una optimización que les dio libertad creativa. Aunque contaron con apoyo externo para tareas como localización o control de calidad, la base del proyecto se mantuvo íntima y cohesionada.
¿El renacer de los juegos AA?
Mientras los costos de los juegos AAA superan los 150 millones de dólares, surge una tendencia clara: los estudios de tamaño medio que apuestan por innovación en lugar de cantidad.
Sandfall no está solo. Otros como Sloclap (Sifu, Rematch) también han elegido este camino. Juegos con presupuesto medio, pero con identidad, mecánicas únicas y narrativas poderosas.
“Veremos más juegos AA como el nuestro”, dijo Broche. La saturación de títulos masivos ha abierto una ventana para propuestas que prioricen alma sobre espectáculo.
De Francia para el mundo: una revolución silenciosa
El éxito de Clair Obscur: Expedition 33 ha sido internacional. Críticos lo sitúan entre los candidatos al GOTY 2025, y su comunidad no para de crecer. Pero más allá de las cifras de ventas, el verdadero impacto está en la conversación que ha abierto:
¿Realmente necesitamos más juegos de 200 horas y 300 millones de dólares?
Sandfall ha demostrado que no. Y en su apuesta, ha plantado la semilla de una revolución que muchos desarrolladores independientes comienzan a adoptar.
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