La noticia cayó como una bomba en el sector alimentario. Nestlé, una de las mayores compañías del mundo, anunció el despido de 16.000 empleados a nivel global, afectando principalmente a los llamados empleos de cuello blanco. La medida, lejos de ser un reflejo de crisis, forma parte de un ambicioso plan para automatizar y digitalizar procesos, una estrategia más propia de Silicon Valley que de una empresa de café, chocolates y cereales.
La decisión llega en un momento curioso: Nestlé acaba de reportar un aumento del 3,3% en sus beneficios durante los primeros nueve meses de 2025. Sin embargo, su nuevo CEO, Philipp Navratil, ha dejado claro que la prioridad no es mantener la estructura actual, sino “preparar a la compañía para un futuro más ágil y competitivo”.
De la fábrica al algoritmo: el cambio de rumbo
En una publicación en LinkedIn, Navratil explicó que Nestlé busca “simplificar la organización y automatizar los procesos” para hacerla más eficiente. Detrás de esta frase corporativa hay un cambio histórico: el sector alimentario entra de lleno en la era de la inteligencia artificial.
Lo que comenzó como una tendencia en empresas tecnológicas —Amazon, Google o Microsoft— ahora contagia a los gigantes industriales. La automatización ya no se limita a robots de producción: ahora también amenaza empleos administrativos, contables y de gestión.
Nestlé lo deja claro: de los 16.000 despidos, 12.000 corresponden a áreas administrativas y 4.000 a producción y cadena de suministro.
“Despidos con beneficios”: una nueva normalidad corporativa
Durante años, los despidos masivos eran sinónimo de crisis. Hoy, representan una estrategia de optimización. Empresas rentables prescinden de trabajadores no por falta de recursos, sino por la promesa de mayor eficiencia.
El caso de Nestlé lo confirma. Mientras las cifras financieras crecen, el enfoque de la nueva dirección es la reducción de costos a través de la automatización. El plan interno de ahorro ha pasado de 541 millones de euros a más de 1.000 millones para 2027.
Este cambio también simboliza una transformación cultural: el trabajo humano, incluso en sectores tradicionales, empieza a ser reemplazado por sistemas de inteligencia artificial, algoritmos de planificación y plataformas de gestión automatizada.
España en alerta: 4.000 empleos bajo incertidumbre
En España, la filial de Nestlé cuenta con cerca de 4.000 empleados distribuidos en 10 centros de producción en Cantabria, Asturias, Extremadura, Galicia y Cataluña. Aunque la compañía no ha detallado cómo se repartirán los despidos por región, sindicatos y trabajadores ya han manifestado preocupación ante posibles cierres o reducciones de plantilla.
“Nos preocupa que la automatización se traduzca en pérdida de empleo en zonas donde Nestlé es un motor económico local”, expresó un representante sindical.
El futuro de Nestlé: entre la eficiencia y la ética
Nestlé se enfrenta ahora a una pregunta clave: ¿hasta qué punto puede la automatización coexistir con su responsabilidad social? Si bien la digitalización promete productividad, también deja un impacto humano profundo.
El caso Nestlé marca un punto de inflexión. Si la compañía logra sostener su crecimiento sin deteriorar su imagen pública, otras empresas seguirán el mismo camino. Pero si la reacción global es negativa, podría abrir un debate sobre los límites éticos de la inteligencia artificial en el trabajo.
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