En Nuevo León, miles de maestros jubilados del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) levantaron la voz para exigir el pago del retroactivo salarial del 6.46% que, aseguran, les corresponde por ley. La protesta, encabezada por la Sección 50 del SNTE, reunió a cerca de 6 mil jubilados que abarrotaron las instalaciones de ISSSTELEON, en una muestra de fuerza que refleja la inconformidad creciente dentro del gremio educativo.

Los docentes retirados acudieron con el objetivo de obtener sus talones de cheque, documentos que les permitirán respaldar una eventual demanda ante instancias federales para reclamar lo que consideran un derecho legítimo.

El reclamo de los jubilados

La maestra Lucilda Pérez, líder del movimiento, explicó que la acción busca reunir pruebas documentales que demuestren cómo durante años se realizaron pagos que ahora se reclaman como pendientes.

“Están firmando un documento para solicitar los talones de cheque de cada uno de ellos, documentos que van a servirles para posiblemente, si iniciamos una demanda a la Federación, demostrar que se les estuvo pagando tanto tiempo los incrementos que estamos reclamando ahora”, señaló Pérez en entrevista.

De acuerdo con los jubilados, el incremento del 6.46% en sus pensiones debería reflejarse de manera retroactiva, y al no haberse cubierto, afecta directamente la economía de miles de maestros retirados que dependen de ese ingreso para sostenerse.

Una protesta que se extiende en todo Nuevo León

El movimiento no se limita a Monterrey. Según Pérez, los maestros jubilados de todos los municipios del estado se sumarán a esta dinámica en los próximos días para completar la recopilación de talones de pago.

Esto refleja el nivel de organización del gremio, que busca hacer frente a la falta de respuesta por parte de las autoridades estatales y del propio ISSSTELEON, organismo encargado de gestionar las jubilaciones y pensiones en la entidad.

La estrategia de los docentes apunta a generar un expediente sólido que pueda ser utilizado en instancias federales, en caso de que no se logre un acuerdo en el plano local.

Mesas de diálogo suspendidas

Uno de los puntos más críticos en el conflicto es la suspensión de las mesas de diálogo que se habían instalado meses atrás entre representantes de la Sección 50, autoridades del ISSSTELEON y el gobierno estatal.

Dichos encuentros tenían como finalidad analizar la situación y buscar una solución conjunta al pago retroactivo. Sin embargo, al no haberse reanudado, los jubilados decidieron movilizarse y tomar acciones por su cuenta.

La falta de continuidad en el diálogo ha sido interpretada por los maestros como un signo de indiferencia oficial frente a sus demandas, lo que aumenta el malestar en un sector que ya enfrenta desafíos económicos y de salud propios de su condición de jubilados.

Un conflicto con repercusiones económicas y sociales

El reclamo del 6.46% de retroactivo no es un asunto menor. Para los jubilados representa un ingreso vital en medio de un contexto de inflación y altos costos de vida en el estado. Muchos de ellos señalan que el incumplimiento afecta directamente su capacidad para cubrir gastos médicos, alimentación y servicios básicos.

Por otro lado, el conflicto también tiene un impacto social, pues los jubilados del SNTE son un sector numeroso y organizado, con capacidad de ejercer presión pública y política. La protesta en el ISSSTELEON es una señal clara de que las movilizaciones podrían intensificarse si no se ofrece una solución pronta.

El papel del SNTE en la negociación

Aunque el movimiento ha sido impulsado directamente por los jubilados, el SNTE Sección 50 se encuentra en el centro de las negociaciones. El sindicato tiene la tarea de representar a sus agremiados y de mantener abiertos los canales de diálogo con las autoridades estatales y federales.

Sin embargo, la percepción entre muchos jubilados es que el proceso se ha estancado, lo que refuerza la necesidad de acciones colectivas como la actual movilización. La exigencia es clara: que se respete el derecho al retroactivo y que las mesas de diálogo se reactiven de inmediato.

Escenario a futuro

La situación de los maestros jubilados en Nuevo León plantea varios escenarios posibles. Si las autoridades locales no responden a corto plazo, el caso podría escalar al ámbito federal, con demandas legales que prolonguen aún más la resolución del conflicto.

Al mismo tiempo, la presión social ejercida por miles de jubilados en las calles podría acelerar una salida negociada, siempre y cuando se reanuden los mecanismos de diálogo.

El riesgo, según algunos analistas, es que el incumplimiento genere un precedente negativo que afecte la confianza en los sistemas de pensiones y jubilaciones, no solo en Nuevo León, sino en todo el país.

El reclamo de los maestros jubilados del SNTE en Nuevo León por el retroactivo salarial del 6.46% es un reflejo de la lucha por la defensa de los derechos laborales adquiridos. La protesta masiva en el ISSSTELEON muestra la determinación de un sector que no está dispuesto a renunciar a lo que considera justo.

La suspensión de las mesas de diálogo ha generado un vacío que los jubilados buscan llenar con movilización y presión política. De cara al futuro, la resolución del conflicto dependerá de la voluntad de las autoridades para responder a las demandas y garantizar el bienestar de quienes dedicaron su vida a la educación en México.