La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) anunció que a partir del próximo lunes 3 de noviembre retomará su horario tradicional de operaciones, con apertura a las 8:30 de la mañana y cierre a las 3:00 de la tarde (hora local). Con ello concluye el ajuste temporal que se implementó desde marzo para mantener la sincronía con los mercados de Estados Unidos, que adelantan una hora sus actividades durante el horario de verano boreal.
Durante los últimos ocho meses, el mercado bursátil mexicano operó de 7:30 a 14:00 horas, una modificación que, aunque breve, tiene implicaciones relevantes en la liquidez, sincronía de precios y actividad de los inversionistas nacionales y extranjeros.
Un regreso al horario estándar tras ocho meses de ajuste
El ajuste estacional de la BMV responde a la necesidad de mantener compatibilidad operativa con Wall Street, particularmente con el New York Stock Exchange (NYSE) y el Nasdaq, donde se concentra buena parte del volumen de negociación de instrumentos financieros relacionados con México.
Cada año, cuando Estados Unidos aplica el horario de verano, los mercados mexicanos adelantan su apertura una hora para coincidir con el inicio de operaciones de las bolsas neoyorquinas. Este cambio garantiza que los inversionistas que operan en ambos países no enfrenten desfases de precios o ventanas reducidas de negociación.
Sin embargo, una vez que Estados Unidos regresa a su horario estándar, los mercados en México —incluyendo la BMV y la Bolsa Institucional de Valores (BIVA)— vuelven a su calendario habitual. El regreso al horario tradicional implica que la jornada bursátil mexicana volverá a concluir a las 15:00 horas, en línea con el cierre de la sesión en Nueva York.
Sin horario de verano, pero con ajustes financieros
Aunque México eliminó oficialmente el horario de verano en 2022, el mercado bursátil mantiene este ajuste operativo estacional, el cual no depende de los cambios de huso horario, sino de las condiciones de los mercados globales.
La razón principal es que el sistema financiero mexicano tiene una interconexión directa con Estados Unidos, país con el que comparte no solo una alta actividad comercial, sino también flujos constantes de inversión, derivados y deuda corporativa.
Por ello, la BMV y la BIVA optan por conservar la práctica de modificar temporalmente su jornada cada marzo, asegurando así que las transacciones en pesos y dólares fluyan en paralelo, y que los inversionistas institucionales puedan reaccionar al mismo tiempo a los movimientos del mercado estadounidense.
Este enfoque permite evitar problemas como la disparidad en la publicación de precios, diferencias en los cierres diarios de cotización y riesgos de arbitraje derivados de horarios no coincidentes entre los principales mercados.
Impacto en inversionistas y operadores
El regreso al horario habitual no es un simple trámite logístico: tiene implicaciones prácticas para operadores, casas de bolsa, emisoras y fondos de inversión.
Cada cambio de horario exige la reconfiguración de sistemas automatizados de operación, liquidación y compensación de valores, así como la actualización de plataformas electrónicas utilizadas por intermediarios financieros y corredores internacionales.
Durante las semanas de transición, las áreas de back office y soporte tecnológico en las instituciones financieras deben garantizar que las órdenes de compra y venta se ejecuten sin retrasos ni errores, especialmente en instrumentos de alta volatilidad o con doble listado (como acciones mexicanas que cotizan en la BMV y en el NYSE).
Además, los operadores de derivados, bonos y ETFs ajustan sus estrategias para mantener la correlación con los activos subyacentes negociados en Estados Unidos. Por esta razón, la BMV coordina el cambio con la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB) y con los mercados de deuda y derivados, asegurando una transición ordenada.
Un ajuste necesario para mantener la competitividad
A lo largo de los años, la Bolsa Mexicana de Valores ha reiterado que esta práctica fortalece la integración financiera entre México y Estados Unidos, y permite que el mercado mexicano mantenga su competitividad internacional.
De hecho, este ajuste temporal también se observa en otros países de América Latina que dependen en gran medida de la actividad financiera de Nueva York, como Chile, Colombia y Perú. Todos ellos sincronizan parcialmente sus horarios con Wall Street para maximizar la liquidez y eficiencia operativa.
Con el retorno al horario habitual, los analistas anticipan una mayor estabilidad operativa y una normalización de los flujos de negociación hacia finales de año, especialmente conforme los inversionistas ajustan portafolios rumbo al cierre fiscal de 2025.
El regreso de la Bolsa Mexicana de Valores a su horario tradicional de 8:30 a 15:00 horas marca el cierre de un ciclo operativo que mantiene la interconexión financiera con Estados Unidos. Aunque México ya no aplica el horario de verano, los ajustes estacionales seguirán siendo una práctica necesaria para asegurar que el mercado local se mantenga sincronizado, competitivo y atractivo para los inversionistas internacionales.
Así, mientras Wall Street vuelve a su ritmo habitual, la BMV reafirma su compromiso de mantener un sistema bursátil moderno, confiable y alineado con las dinámicas globales, garantizando que el mercado mexicano continúe siendo un punto clave en el mapa financiero de América Latina.


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