Aumenta la presión sobre el sistema financiero mexicano
Los principales bancos de México han comenzado una depuración masiva de clientes como parte de una estrategia preventiva frente al riesgo de lavado de dinero, luego de que el gobierno de Estados Unidos señalara a tres instituciones por facilitar operaciones con grupos criminales. El movimiento ha encendido las alarmas dentro del sector bancario nacional, que ahora busca reforzar sus filtros de seguridad y cumplimiento regulatorio.
Las acusaciones apuntan a Cibanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa, instituciones implicadas presuntamente en esquemas que permitieron el flujo de dinero vinculado al narcotráfico. La repercusión ha sido inmediata: otros bancos han optado por aplicar medidas conocidas como de-risking, eliminando o limitando relaciones con clientes que pudieran representar un riesgo operativo o reputacional.
Qué es el de-risking y por qué se está aplicando
El de-risking es una práctica que consiste en cerrar cuentas o limitar servicios a clientes que no cumplan con estándares internacionales en temas de prevención de lavado de dinero. Aunque se trata de una herramienta común en el sistema bancario global, en México ha tomado un papel protagónico a raíz de las recientes investigaciones internacionales.
Según explicó José Antonio Quesada Palacios, exvicepresidente de Política Regulatoria de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), este proceso ya está en marcha en al menos tres de las instituciones financieras más grandes del país. “El de-risking está pasando, sin duda. Lo he visto en por lo menos tres instituciones sistémicas y no dudo que eso alcance a otros jugadores de otro tamaño”, comentó en entrevista para el diario Reforma.
Quesada, también integrante del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), agregó que esta estrategia apunta a reforzar los sistemas de prevención por encima de los estándares legales nacionales. Esto incluye monitoreos más estrictos, análisis de riesgo individualizado y una revisión profunda del historial y perfil de cada cliente.
Las consecuencias de una falla en el sistema bancario
La preocupación no es menor. De confirmarse prácticas ilegales en bancos de mayor tamaño como BBVA, Banorte, HSBC, Banamex o Inbursa, el impacto podría ser severo tanto para la estabilidad del sistema financiero como para la economía nacional. La inclusión de México en listas internacionales de países con riesgo alto de lavado de dinero también podría comprometer relaciones con bancos corresponsales del extranjero y obstaculizar flujos de inversión.
El detonante fue la intervención del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que no solo acusó a instituciones mexicanas de negligencia en el control de recursos ilícitos, sino que ha sugerido la designación de cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Esta calificación añade un nuevo nivel de presión, ya que impone restricciones más duras a cualquier entidad que mantenga vínculos, incluso indirectos, con estos grupos.
Nuevas reglas, más vigilancia y menos tolerancia
En este contexto, los bancos están revisando incluso a clientes con riesgo medio, no solo a aquellos que caen en la categoría de alto riesgo. El objetivo es limpiar sus carteras de cualquier cuenta que pueda poner en duda su cumplimiento con las normativas de conozca a su cliente (KYC) y prevención de lavado de dinero (AML).
Los sistemas de vigilancia financiera, que ya operaban de forma periódica, han sido reforzados con algoritmos más complejos y auditorías internas más agresivas. El enfoque está puesto tanto en cuentas nuevas como en relaciones comerciales existentes que hayan mostrado movimientos inusuales o conexiones poco claras con terceros.
Además de las acciones internas, se espera que la CNBV emita nuevas circulares o recomendaciones que den mayor claridad sobre cómo deben operar las instituciones para prevenir ser blanco de investigaciones internacionales. De hecho, expertos no descartan que el modelo de regulación bancaria mexicana experimente ajustes importantes en los próximos meses.
Una señal al sistema: tolerancia cero con el lavado de dinero
La decisión de aplicar el de-risking y endurecer los controles es interpretada por analistas como una señal de tolerancia cero hacia el lavado de activos financieros. También refleja el temor de que la imagen del sistema bancario mexicano pueda verse afectada por el efecto dominó de sanciones desde el extranjero.
En un entorno económico que aún resiente los efectos de la pandemia y la volatilidad internacional, los bancos no pueden permitirse perder la confianza de inversionistas y socios internacionales. Por eso, la limpieza de cartera no solo es una estrategia preventiva: es una medida de supervivencia reputacional.


TE PODRÍA INTERESAR