Un cambio profundo para proteger la industria nacional
Nuevos aranceles, impulsados por el gobierno federal y respaldados por Morena abrió un intenso debate sobre sus posibles efectos en el comercio internacional. De acuerdo con el coordinador parlamentario Ricardo Monreal, la reforma a la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación busca fortalecer el mercado interno sin violar los tratados comerciales que México tiene con socios clave.

La reforma —que será votada por la Comisión de Economía y posteriormente discutida en el pleno— responde, según Monreal, a una demanda histórica de empresarios e industriales, especialmente aquellos que enfrentan competencia desleal por parte de importaciones de países sin tratados comerciales con México.
Un ajuste que apunta principalmente a Asia
Si bien la reforma no contraviene acuerdos internacionales, sí tendrá un impacto en la relación comercial con países como China, Corea del Sur e India, que no cuentan con un tratado de libre comercio con México. Monreal fue claro: China sería el país más afectado, dado su enorme volumen de exportaciones hacia el mercado mexicano.
El legislador mencionó como ejemplo el crecimiento acelerado de la venta de autos chinos en México: de 25 mil unidades el año pasado a casi 70 mil en el actual, lo que desató reclamos de la industria vinculada al T-MEC por prácticas que consideran desleales.
Aun así, la postura oficial es firme: estas medidas son “para bien de México”.
Más de mil aranceles dirigidos a sectores vulnerables
La reforma contempla 1,463 cuotas arancelarias, enfocadas en sectores que, según Morena, requieren protección urgente. Entre los más impactados se encuentran:
- Textiles (398 cuotas)
- Vestido (308)
- Siderurgia (248)
- Autopartes (141)
- Plásticos (79)
- Calzado (49)
- Papel y cartón (47)
- Juguetes (37)
- Muebles (28)
- Vidrio (25)
- Jabón, aluminio, electrodomésticos y marroquinería
- Autos ligeros, motocicletas y remolques
Las tasas van desde 17% hasta 50%, con un promedio de entre 26% y 28%, según los ajustes realizados en el análisis de la iniciativa presidencial. Monreal anticipó que aún sostiene reuniones con industriales y diplomáticos, pero confirmó que los aranceles se aplicarán.
Riesgo de represalias comerciales
En un extenso documento técnico, Monreal advirtió que estas medidas podrían provocar sanciones comerciales de parte de los países afectados. Esto significaría aranceles de respuesta contra productos mexicanos, afectando:
- Costos de producción
- Exportaciones
- Demanda internacional de mercancías mexicanas
Además, la reforma refuerza la orientación del país hacia el bloque económico de Norteamérica, mientras implica un mayor distanciamiento del Asia-Pacífico.
También subrayó que México depende ampliamente de bienes intermedios importados, utilizados en la manufactura y maquila local. Por ello, un encarecimiento de importaciones podría repercutir en industrias clave.
Los ingresos proyectados por comercio exterior crecerán
El gobierno federal anticipa un incremento notable en la recaudación por impuestos al comercio exterior. La Ley de Ingresos de la Federación 2026 estima:
- 254.8 mil millones de pesos por importaciones
- Frente a los 151.8 mil millones de 2025
Esto implica que los ingresos por comercio exterior pasarán de representar 2.6% a 3.9% del total de recursos del gobierno federal.
Los impuestos a la importación también crecerán: de 3% del total tributario en 2025 a 4.4% en 2026.
Radiografía del comercio con China: déficit y dependencia
El documento destaca la enorme asimetría comercial entre México y China:
- Exportaciones de México a China en 2025: 6,959 millones de dólares
- Importaciones desde China: 96,848 millones
- Déficit comercial: 89,888 millones de dólares
Esto explica por qué el impacto será mayor para ese país, y por qué sectores mexicanos piden intervención del Estado para evitar pérdidas, cierres o despidos.

Una reforma compleja con impactos inevitables
Aunque Morena insiste en que la reforma no afecta tratados comerciales, su aplicación podría generar tensiones, costos y ajustes importantes. No obstante, para el partido gobernante, el objetivo es claro: proteger la industria mexicana, reequilibrar el mercado interno y frenar dinámicas que consideran nocivas para la producción nacional.


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