Guatemala y Luis Fernando Tena quedan fuera tras caer ante Panamá
Tena y Guatemala vivieron una despedida dolorosa en las eliminatorias. Luis Fernando Tena, otro estratega mexicano en el camino mundialista, vio cómo su equipo cayó 3-2 ante Panamá, sellando su eliminación.
Tena sumó apenas cinco puntos y quedó tercera en el sector A, donde Surinam y los canaleros lideran con nueve unidades y disputarán el boleto al Mundial. Para los chapines, la historia fue distinta: aunque mostraron carácter en varios pasajes del torneo, los errores defensivos y la falta de contundencia terminaron por sellar su destino.
El contraste entre dos selecciones mexicanas en el extranjero
Las derrotas de Costa Rica y Tena exponen una realidad incómoda para ambos estrategas mexicanos. Herrera aún tiene una oportunidad de reivindicarse y mantener vivas las aspiraciones mundialistas, mientras Tena debe comenzar a reconstruir un proyecto que quedó corto en un grupo igualado y exigente.
A pesar de los resultados adversos, ambas selecciones mostraron momentos de brillo, pero en el fútbol clasificatorio esos instantes no bastan. Las eliminatorias de Concacaf son implacables: un descuido puede definir una campaña completa y Tena lo tiene claro.
El último capítulo del grupo: tensión, esperanza y sobrevivencia
Tena ya dijo adiós, pero el próximo martes será decisivo para saber si Miguel Herrera podrá continuar su historia con Costa Rica rumbo al Mundial 2026. Los aficionados, todavía dolidos por la derrota ante Haití, observan el panorama con una mezcla de nerviosismo y fe. En Concacaf, los milagros a veces ocurren, pero siempre exigen esfuerzo máximo, mente fría y corazón valiente.
El grupo C cerrará con dos partidos que podrían redefinir el mapa mundialista de la región. Costa Rica deberá jugar su final anticipada, mientras mira de reojo lo que haga Haití. Y aunque el panorama parece adverso, la historia del fútbol siempre ha reservado capítulos épicos para quienes no se rinden.
Costa Rica cae ante Haití y Miguel Herrera enfrenta su momento más crítico
El silencio en el vestidor costarricense tras la derrota ante Haití decía más que cualquier discurso. Miguel Herrera, acostumbrado a navegar tempestades futbolísticas, sabía que este golpe ponía a su selección al borde del abismo en las eliminatorias rumbo al Mundial de México, Estados Unidos y Canadá 2026. Nadie imaginaba una caída por 1-0 ante un rival que, si bien ha mostrado crecimiento, no figuraba como favorito en el análisis previo del grupo.
La noche se volvió espesa desde los primeros minutos. Costa Rica no encontraba claridad, Haití jugaba con intensidad y cada ataque se convertía en una advertencia. Y aunque los ticos generaron oportunidades, la muralla era un solo hombre: Johnny Placide. El arquero haitiano firmó una actuación impecable, tapando disparo tras disparo, frustrando los gritos de gol y fortaleciendo el ánimo de su equipo.
El minuto 44 que cambió la historia del grupo C
Cuando parecía que el descanso llegaría sin goles, un error en la marca costarricense abrió la puerta que Haití necesitaba. Pierrot aprovechó un rebote dentro del área y remató con precisión quirúrgica para firmar el único tanto del encuentro al minuto 44. Ese gol, más que un número en el marcador, se convirtió en un terremoto que sacudió las aspiraciones de Miguel Herrera.
Los ticos intentaron responder, pero Placide cerró su portería con una actuación que ya se menciona entre las más destacadas de la eliminatoria. Cada atajada era un recordatorio de que los partidos no se ganan con nombres, sino con ejecución.
El grupo C queda al rojo vivo: las cuentas de Costa Rica
La derrota dejó a Costa Rica en una posición complicada, pero no imposible. Con seis puntos, el equipo de Herrera aún respira, aunque con dificultad. Para clasificar al Mundial 2026, la ecuación está clara: deben vencer sí o sí al líder Honduras, que suma ocho unidades, y esperar que Haití, también con ocho puntos, pierda frente a Nicaragua.
El escenario no es sencillo, pero tampoco está fuera del alcance. En el seno costarricense se respira una mezcla de tensión y esperanza. Los jugadores saben que tienen la capacidad, pero también saben que dejaron escapar un partido que pudo cambiarlo todo.
La sombra de la eliminación: presión total para Miguel Herrera
El estratega mexicano vive uno de los capítulos más retadores de su carrera. Al asumir el mando de Costa Rica, se enfrentó al desafío de renovar una selección que venía de altibajos y necesitaba una identidad fresca. Sin embargo, esta derrota lo coloca bajo una lupa implacable.
En los entrenamientos posteriores al encuentro contra Haití, se vio a Herrera más activo que nunca, corrigiendo, gritando, animando. La historia no está escrita, pero el margen de error ya no existe. Costa Rica debe jugar su partido más importante en años con la mente clara y el corazón encendido.
TE PODRÍA INTERESAR