La alegría y el orgullo por la Selección Mexicana se desbordaron la noche del domingo 6 de julio, luego de que el equipo nacional conquistara la Copa Oro 2025 al imponerse 2-1 a Estados Unidos en una final cargada de emoción. Goles de Raúl Jiménez y Edson Álvarez sellaron la victoria del Tricolor, y como ya es tradición, el Ángel de la Independencia se convirtió en el epicentro de los festejos.
Apenas unos minutos después del silbatazo final, decenas de aficionados comenzaron a llegar al emblemático monumento ubicado en Paseo de la Reforma, ondeando banderas, entonando cánticos y coreando los nombres de los jugadores. El ambiente se tornó festivo y familiar, con familias enteras y grupos de amigos celebrando una nueva hazaña del conjunto nacional.
Festejo tricolor con resguardo de seguridad
La cantidad de personas reunidas creció con rapidez, y hacia la medianoche la concentración era tal que fue necesario el despliegue de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes implementaron un operativo de vigilancia para garantizar la seguridad de los asistentes. Afortunadamente, hasta el cierre de esta edición, el evento transcurrió sin incidentes mayores.
En redes sociales comenzaron a circular diversos videos donde se aprecia la efusividad de los festejos: luces, tambores, bengalas tricolores y cánticos como “Sí se pudo” dominaron el ambiente en la capital mexicana. La escena recordó otras grandes celebraciones nacionales en el mismo punto, como las obtenidas en ediciones anteriores de la Copa Oro o durante el Mundial de fútbol.
Con este triunfo, la Selección Mexicana suma un nuevo título a su palmarés y recupera el orgullo de la afición, que había estado dividida tras resultados irregulares en competencias previas. Por ahora, el país celebra unido, con la esperanza renovada de que este logro sea solo el comienzo de un nuevo ciclo exitoso rumbo al Mundial de 2026.
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