La demencia vascular y el Alzheimer son las dos formas más comunes de demencia, afectando la memoria, el razonamiento y la calidad de vida de millones de personas. Mientras que el Alzheimer se origina por el deterioro de las células cerebrales, la demencia vascular ocurre por problemas en el flujo sanguíneo hacia el cerebro, como accidentes cerebrovasculares o daños arteriales.
El doctor Alejandro Andersson, experto en neurología, explica:
“La demencia vascular resulta de múltiples infartos cerebrales. La clave está en corregir los factores de riesgo para prevenirla casi en todos los casos”.
Síntomas que pueden confundirse entre Alzheimer y demencia vascular
Aunque ambas condiciones comparten señales, hay diferencias importantes que ayudan a identificarlas:
Síntomas comunes en Alzheimer y demencia vascular
- Problemas de memoria (especialmente a corto plazo).
- Confusión o desorientación en lugares desconocidos.
- Cambios de humor como ansiedad o depresión.
- Dificultades en el razonamiento y la toma de decisiones.
Síntomas específicos de la demencia vascular
- Aparición repentina tras un accidente cerebrovascular.
- Problemas motores: dificultades para caminar o mantener el equilibrio.
- Cambios en la personalidad, como apatía o irritabilidad.
- Dificultad para planificar o resolver problemas.
Causas principales de la demencia vascular
La Facultad de Medicina de Harvard y el doctor Andersson señalan que las principales causas son:
- Accidentes cerebrovasculares (ACV): Grandes infartos o microinfartos interrumpen el flujo sanguíneo al cerebro.
- Hipertensión arterial: La presión alta daña los vasos sanguíneos.
- Diabetes: Incrementa el riesgo de problemas vasculares.
- Ateroesclerosis: Endurecimiento y estrechamiento de arterias.
- Enfermedades cardíacas: Arritmias o insuficiencia cardíaca afectan la circulación al cerebro.
Cómo diagnosticar la demencia vascular
El diagnóstico temprano es fundamental para diferenciar entre Alzheimer y demencia vascular. Según el doctor Andersson, los pasos incluyen:
- Historia clínica: Evaluar antecedentes médicos y síntomas.
- Exámenes neurocognitivos: Pruebas de memoria y habilidades de razonamiento.
- Imágenes cerebrales: Resonancia magnética o tomografías para identificar infartos cerebrales.
Prevención: ¿Cómo reducir el riesgo de demencia vascular?
La buena noticia es que la demencia vascular es prevenible en la mayoría de los casos. Las medidas incluyen:
1. Controlar enfermedades crónicas
- Mantén la presión arterial, colesterol y niveles de azúcar en rango adecuado.
- Sigue un tratamiento médico para condiciones como diabetes o hipertensión.
2. Estilo de vida saludable
- Ejercicio físico: Realiza 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana.
- Dieta neuroprotectora: La dieta DASH o mediterránea son ideales. Ambas fomentan la salud cerebral.
- Dejar de fumar y moderar el alcohol: Factores esenciales para prevenir enfermedades cardiovasculares.
3. Manejo del estrés
Prácticas como yoga, meditación o actividades recreativas pueden reducir el impacto del estrés en la salud cerebral.
Tratamiento de la demencia vascular: qué esperar
Aunque no existe cura, el tratamiento se enfoca en prevenir nuevos daños:
- Medicamentos: Anticoagulantes, antiagregantes y fármacos para la memoria.
- Rehabilitación cognitiva: Ejercicios que estimulen el cerebro.
- Control de factores de riesgo: Ajustes en dieta, ejercicio y eliminación de hábitos nocivos.
Datos relevantes sobre demencia en el mundo
- Más de 55 millones de personas padecen algún tipo de demencia, según la OMS.
- Cada año se diagnostican casi 10 millones de casos nuevos.
- En Argentina, 500,000 personas mayores de 65 años viven con demencia, de las cuales el 20% tiene demencia vascular.
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