La UNAM impulsa un programa integral para cuidar la salud mental de sus estudiantes
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó oficialmente los Lineamientos del Programa Universitario de Cuidado y Apoyo para la Salud Mental, una estrategia diseñada para identificar de forma temprana a los estudiantes que necesitan atención psicológica, brindarles acompañamiento profesional y prevenir riesgos que puedan afectar su bienestar o su vida.
El proyecto, que había sido delineado antes de los recientes hechos ocurridos en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur, adquiere ahora una importancia mayor. Su objetivo es claro: detectar casos de ansiedad, depresión o ideación suicida en su comunidad estudiantil, pero también ofrecer soluciones concretas para docentes y personal administrativo en el futuro.
Un diagnóstico emocional para toda la comunidad universitaria
De acuerdo con Fernando Macedo Chagolla, secretario de Servicio y Atención a la Comunidad Universitaria, el programa busca que los alumnos interesados participen en un tamizaje emocional mediante dos instrumentos: el Examen Médico Activo (EMA) y la Encuesta Universitaria de Identificación de Necesidades de Atención a la Salud Mental y Psicológica.
Con los resultados de estas evaluaciones, la UNAM podrá clasificar a los alumnos según el nivel de atención que requieran —leve, moderado o severo— y canalizar los casos más complejos a instituciones públicas de salud como el IMSS, ISSSTE o la Secretaría de Salud, dependiendo de la derechohabiencia de cada estudiante.
La iniciativa representa un esfuerzo sin precedentes dentro de una institución educativa mexicana, al incorporar de manera formal el seguimiento psicológico como parte del bienestar académico.
Primeros auxilios emocionales y atención continua
Por su parte, María Elena Medina-Mora Icaza, coordinadora de la Unidad de Apoyo a la Salud Emocional y Psicológica de la UNAM, explicó que el tamizaje permitirá identificar a los jóvenes que necesitan intervención inmediata, lo que se denomina “Primeros auxilios emocionales”.
En los casos menos graves, los estudiantes serán atendidos a través de programas como Espora Psicológica, coordinado por Vicente Zarco Torres, o mediante la red de servicios psicológicos que ofrecen distintas facultades y dependencias universitarias.
Medina-Mora destacó que el objetivo es que ningún alumno se sienta solo ante una crisis emocional. “La idea es poder darle a nuestros estudiantes las herramientas que necesitan para terminar sus estudios y, desde luego, atender su salud”, subrayó.
Jóvenes en crisis: tensiones globales y locales
El secretario Macedo Chagolla advirtió que los adolescentes y jóvenes mexicanos viven hoy una tensión emocional sin precedentes. Entre los factores que agravan su salud mental mencionó el aumento en el consumo de drogas sintéticas, los temores por conflictos bélicos internacionales, la ansiedad ante el cambio climático, las violencias familiares y sociales, y el estrés derivado del uso excesivo de dispositivos electrónicos y redes sociales.
Estos factores, explicó, afectan el desarrollo neuropsicológico y los procesos de aprendizaje, generando problemas de concentración, insomnio, irritabilidad y bajo rendimiento escolar. “Por eso, este programa no solo ofrece atención, sino también cuidado, empatía y prevención”, enfatizó.
Prevención, acompañamiento y transformación
La UNAM ha sido históricamente una de las instituciones pioneras en abordar temas de salud mental universitaria. Con este nuevo programa, da un paso más allá al integrar la prevención emocional como una política institucional.
Medina-Mora recordó que la adolescencia y la juventud son etapas decisivas en el desarrollo emocional, y que intervenir a tiempo puede cambiar el rumbo de una vida. “Sabemos que es una edad en la que podemos intervenir positivamente y prevenir. El programa tiene un componente preventivo muy fuerte, porque queremos formar no solo profesionales competentes, sino personas emocionalmente sanas”, señaló.
Este proyecto consolida a la UNAM como referente nacional en salud emocional universitaria, al colocar la atención psicológica y el bienestar mental al mismo nivel que la formación académica.
Un compromiso que trasciende el aula
Más allá de los diagnósticos o la atención inmediata, este programa simboliza un compromiso profundo con la comunidad. En una era marcada por la hiperconectividad, la incertidumbre y la sobreexposición emocional, la UNAM busca convertirse en un espacio seguro, empático y humano.
El reto, ahora, será sostener este esfuerzo en el tiempo, ampliar su alcance y asegurar que ningún estudiante quede fuera del acompañamiento que necesita.
El programa universitario no solo pretende detectar problemas, sino construir una nueva cultura de autocuidado emocional, donde pedir ayuda deje de ser un tabú y se convierta en un acto de fortaleza.


TE PODRÍA INTERESAR