En un pequeño pueblo latinoamericano, una abuela servía cada tarde una taza humeante de té de hojas de guayaba. No era solo una bebida, era parte de un ritual para cuidar el cuerpo. Décadas después, la ciencia confirma lo que la tradición ya sabía: esta infusión puede beneficiar el sistema digestivo, controlar la glucosa en sangre y fortalecer las defensas.
Los compuestos que hacen la magia
Las hojas de guayaba (Psidium guajava) concentran flavonoides, fenoles y terpenoides, responsables de sus efectos medicinales. Estudios publicados en PubMed, así como información de Healthline y Mayo Clinic, destacan:
- Apoyo digestivo: la fibra soluble mejora el tránsito intestinal y alivia malestares como diarrea leve.
- Efecto antimicrobiano: combate bacterias y hongos que afectan el sistema gastrointestinal y la salud bucal.
- Control glucémico: ayuda a reducir picos de azúcar después de las comidas y mejora la sensibilidad a la insulina.
- Acción antioxidante y antiinflamatoria: protege las células del daño oxidativo y reduce inflamaciones internas.
Cómo preparar té de hojas de guayaba
Preparar esta infusión en casa es sencillo y económico:
- Lava 4 a 6 hojas frescas de guayaba o usa su equivalente seco.
- Hierve medio litro de agua.
- Añade las hojas y mantén la cocción por 5 minutos.
- Retira del fuego, deja reposar, cuela y sirve.
Se recomienda tomar 1 o 2 tazas al día como complemento de una dieta equilibrada.
Un aliado para la digestión y más
Quienes han incorporado esta bebida a su rutina diaria notan una mejora en la digestión, menor sensación de pesadez y un sistema inmune más fuerte. El alto contenido de vitamina C en la guayaba también ayuda a prevenir resfriados y a mantener la piel saludable.
La combinación de fibra, potasio, magnesio y hierro favorece la circulación, regula la presión arterial y apoya la producción de glóbulos rojos, esenciales para el transporte de oxígeno.
Precauciones importantes
Aunque es natural, no todo el mundo debe consumirlo sin supervisión. Personas con diabetes deben monitorear su glucosa regularmente, y quienes tienen un sistema digestivo sensible deben empezar con pequeñas cantidades para evitar molestias.
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