Ana, de 38 años, siempre fue cuidadosa con su piel… en verano. Pero durante los meses fríos, guardaba el protector solar en un cajón. “Con nubes y frío, no hace falta”, pensaba. Todo cambió cuando una dermatóloga le detectó manchas solares en su rostro y cuello, causadas por la exposición acumulativa a los rayos UVA, incluso desde su oficina frente a una ventana. Desde entonces, Ana aplica su protector cada mañana, sin importar el clima.
Historias como la suya son más comunes de lo que crees. Y es que el sol no se toma vacaciones.
¿Por qué usar protector solar también en invierno?
Aunque la luz solar no se sienta intensa, la radiación ultravioleta (UV) sigue impactando tu piel. Los rayos UVA, responsables del envejecimiento prematuro y de mutaciones celulares, atraviesan las nubes y el vidrio. Según dermatólogos, hasta el 80% de los rayos UV pueden penetrar en días nublados, y superficies como la nieve reflejan hasta el 90% de la radiación.
Esto significa que, incluso en interiores o durante una caminata invernal, tu piel está expuesta.
Luz azul y pantallas: otro enemigo silencioso
La exposición no termina con el sol. Las pantallas de celulares, computadoras y luces LED emiten luz azul, que también genera daño cutáneo y pigmentación. Por eso, los expertos recomiendan protectores solares con defensa contra luz azul, especialmente si trabajas frente a pantallas.
Mitos comunes sobre el protector solar
- “Solo lo necesito en verano”: FALSO. UVA y luz azul están presentes todo el año.
- “En casa no hace falta”: FALSO. Los vidrios no bloquean la radiación.
- “Tengo piel oscura, no me afecta”: FALSO. Aunque hay más melanina, no hay inmunidad al daño solar.
- “FPS 100 es mejor”: No necesariamente. FPS 30 bien aplicado es eficaz.
Cómo aplicar correctamente el protector solar
- Orden: Hidratante → protector solar → maquillaje (→ repelente si aplica).
- Cantidad: Al menos una cucharadita para rostro, cuello y orejas.
- Frecuencia: Cada 2 a 3 horas si estás al aire libre o expuesto a pantallas.
- Áreas clave: Rostro, cuello, orejas, dorso de manos y labios.
- Antes de salir: Aplícalo 30 minutos antes de exponerte.
Deportistas y actividades al aire libre: atención extra
El daño solar es acumulativo. Si haces ejercicio al aire libre, usa protector de amplio espectro (UVA + UVB) y reaplica cada 2 horas. Evita horarios de alta exposición, como el mediodía. Tras la actividad, hidrata la piel con cremas humectantes.
La innovación: protectores solares universales
Los nuevos productos combinan filtros solares con antioxidantes que protegen contra:
- Rayos UVB
- Rayos UVA
- Luz azul
- Infrarrojos
- Contaminación
Estos protectores pueden ofrecer protección prolongada hasta por 24 horas en entornos de baja exposición (como interiores), optimizando tu rutina diaria.
Tu piel no sabe de estaciones
El uso del protector solar debe ser diario, sistemático y consciente. No se trata de estética, sino de prevención de enfermedades como el cáncer de piel y del envejecimiento prematuro. Un hábito que toma 30 segundos puede protegerte toda la vida.


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