martes, diciembre 30, 2025

Cómo dormir mejor en invierno: ajustes clave para un sueño reparador

Cada noche de invierno, Valeria tardaba más en conciliar el sueño. El frío calaba los huesos y el sonido del viento en la ventana interrumpía su descanso. Aunque se arropaba bien, despertaba con dolores musculares y sensación de no haber descansado. Fue entonces cuando descubrió que el problema no era solo el clima, sino cómo estaba configurado su dormitorio.

Dormir bien en invierno va más allá de tener frazadas extra. Según el neumonólogo Facundo Nogueira, del Hospital de Clínicas, el entorno donde dormimos es clave para el descanso. Factores como la temperatura, la luz, el ruido y la comodidad del colchón y almohada pueden hacer la diferencia entre un sueño reparador y una noche interrumpida.

Claves ambientales para un mejor descanso invernal

Durante el invierno, el cuerpo necesita más protección para relajarse. La temperatura ideal de la habitación debería rondar los 24-25°C, según Nogueira. Si la temperatura baja de 10°C, el organismo se mantiene en alerta, lo que dificulta entrar en fases profundas de sueño.

Además, el aislamiento sonoro y lumínico es fundamental. Las cortinas opacas, ventanas selladas y el apagado de dispositivos que emitan luz mejoran la continuidad del descanso. Incluso la posición de la cama puede ayudar: alejarla de corrientes de aire o fuentes de ruido reduce interrupciones durante la noche.

El impacto de las mantas pesadas

Un estudio de la Universidad de Uppsala (Suecia) reveló que las mantas pesadas, equivalentes al 12% del peso corporal, pueden incrementar la producción de melatonina en un 30%. Esta hormona regula el ciclo del sueño, ayudando a conciliarlo más rápidamente y de forma más profunda.

La investigadora Elisa Meth destacó que esta presión genera una sensación de protección que reduce el estrés y mejora la calidad del sueño. El uso de mantas de este tipo ha demostrado ser útil incluso en personas con ansiedad o insomnio leve.

Otras recomendaciones que marcan la diferencia

Además de controlar la temperatura y utilizar mantas adecuadas, expertos de la Fundación Nacional del Sueño y la Universidad de Chicago aconsejan:

  • Evitar cambios bruscos de temperatura al ingresar al dormitorio.
  • Utilizar sábanas térmicas o de franela que retengan el calor sin provocar sudoración.
  • Dormir con ropa cómoda y transpirable, sin elásticos ajustados ni telas sintéticas.
  • Seleccionar almohadas que mantengan la alineación del cuello, especialmente si se duerme de lado o boca arriba.

El colchón debe tener firmeza media y adaptarse al cuerpo sin hundirse, para evitar dolores musculares o contracturas.

Temperatura ideal según edad y condición

Según la Clínica Cleveland, las temperaturas ideales para dormir varían:

  • Adultos: 15 a 19°C
  • Adultos mayores: 20 a 25°C
  • Bebés y niños pequeños: 18 a 21°C

Ambientes demasiado calurosos o fríos alteran la calidad del sueño y pueden generar insomnio, sudoración o rigidez muscular.

Owen Michell
Owen Michell
Owen Michell es nuestro editor especializado en noticias digitales, con un profundo conocimiento en identificar tendencias y desarrollar contenido de consulta. Su experiencia en el panorama digital le permite brindar información relevante y atractiva para nuestra audiencia. Su pericia en el ámbito de las noticias digitales contribuye a la autoridad y actualidad de nuestro sitio.
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