“Soy un cerebro, Watson”: la importancia de cuidar nuestro centro de comando
Arthur Conan Doyle, a través de Sherlock Holmes, describió al cerebro como el núcleo de nuestra existencia. Pero ¿cómo protegemos este órgano vital de los riesgos modernos, como los accidentes cerebrovasculares?
En México, estas afecciones no solo son una de las principales causas de discapacidad, sino también una de las mayores amenazas para la salud pública. La clave está en la prevención, la detección temprana y la adopción de hábitos saludables.
Reconociendo las señales: ¿cómo actuar ante un accidente cerebrovascular?
Un accidente cerebrovascular (ACV) puede presentarse de forma repentina con síntomas como:
- Dificultad para caminar.
- Entumecimiento de una parte del cuerpo.
- Problemas del habla o articulación.
- Asimetría facial o desviación de la boca.
Si detectas estos signos, busca atención médica inmediata. Cada minuto cuenta para minimizar el daño cerebral.
“Código Cerebro”: una respuesta eficaz del IMSS
Desde 2022, el IMSS implementó el programa “Código Cerebro” para tratar accidentes cerebrovasculares de manera rápida y eficaz. Este protocolo permite:
- Diagnósticos en menos de 30 minutos.
- Tomografías computarizadas para confirmar el diagnóstico.
- Tratamientos administrados en una ventana crítica de 4.5 horas.
Este enfoque no solo salva vidas, sino que también reduce el riesgo de secuelas graves y hospitalizaciones prolongadas.
Factores de riesgo: ¿qué aumenta las probabilidades de un ACV?
Los principales factores de riesgo incluyen:
- Hipertensión arterial.
- Diabetes mellitus.
- Tabaquismo.
- Obesidad.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Enfermedades cardíacas.
Adoptar hábitos saludables puede reducir significativamente estos riesgos.
Hábitos para un cerebro sano
La Organización Mundial de la Salud estima que hasta un 30% de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, podrían prevenirse con una vida saludable.
1. Nutrición para proteger las neuronas
Incorpora alimentos ricos en:
- Omega-3: presente en el salmón, nueces y linaza.
- Antioxidantes: frutos rojos como fresas y arándanos.
- Vitaminas: frutas y verduras frescas.
2. Actividad física regular
El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y mejora la producción de endorfinas, reduciendo el estrés y el riesgo de depresión.
3. Descanso reparador
Dormir entre 7 y 8 horas elimina toxinas cerebrales y fortalece la memoria.
4. Gestión del estrés
Practicar yoga, meditación o mindfulness reduce el cortisol, una hormona que en exceso puede dañar las células cerebrales.
5. Mantén el cerebro activo
Aprender nuevas habilidades, leer o resolver problemas fortalece las conexiones neuronales.
Evita el tabaco y el abuso del alcohol
Estas sustancias no solo afectan la salud general, sino que también aumentan el riesgo de enfermedades cerebrovasculares. Eliminarlas de tu vida mejora tu calidad de vida y protege tu cerebro.
Prevenir es vivir
Cuidar nuestro cerebro es esencial para una vida plena y saludable. La prevención de accidentes cerebrovasculares y el mantenimiento de hábitos saludables no solo protegen este órgano vital, sino que también garantizan una mejor calidad de vida.
Recuerda: ante cualquier síntoma, actúa rápido. La prevención comienza con pequeñas acciones diarias.


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