Una propuesta surrealista: anexar México y Canadá
Hace unos días, el expresidente y ahora candidato Donald Trump lanzó una de sus acostumbradas declaraciones: sugerir la anexión de México y Canadá a los Estados Unidos. Lo que para muchos parece un desvarío propio del entretenimiento político, pone en evidencia cómo los discursos extremos moldean la percepción internacional.
Según Trump, México le debe a Estados Unidos 300 mil millones de dólares anuales, una cifra que nadie sabe de dónde proviene. ¿Déficit comercial? ¿Triangulación de bienes con China? Ni los expertos logran descifrarlo.
La respuesta en México y Canadá: entre indignación y fantasía
En Canadá, la comparación con México ofendió profundamente a ciertos sectores políticos. En México, algunos usuarios de redes sociales vieron la idea con humor, otros con entusiasmo. Imaginaban cómo sería hablar inglés, cambiar la bandera o celebrar el 5 de mayo como un feriado nacional estadounidense.
Sin embargo, esta propuesta trae reminiscencias históricas incómodas. ¿Sería una anexión «pacífica», como el Anschluss austriaco, o un episodio bélico como la guerra de 1846-1848?
El contexto político: Trump, Sheinbaum y las tensiones bilaterales
En este escenario, la presidenta Claudia Sheinbaum ha optado por la moderación frente a los estridentes comentarios de Trump. Su postura contrasta con el estilo de confrontación que caracterizó a López Obrador.
Sin embargo, esta cautela no le evita críticas en el extranjero. Medios estadounidenses ya cuestionan sus reformas hacia la izquierda y la concentración de poder en México. Casos como el acuerdo con Cuba para contratar médicos en condiciones cuestionables han empezado a generar ruido en Washington.
T-MEC, Televisa y los intereses cruzados
Las tensiones no solo se quedan en declaraciones. Según The Hill, México enfrenta señalamientos por posibles violaciones al T-MEC debido a acuerdos laborales con médicos cubanos.
Por otro lado, un reciente artículo del Wall Street Journal expuso la influencia de ejecutivos de Televisa y Univisión en el voto latino a favor de Trump en 2020. Esto plantea preguntas sobre cómo los intereses mediáticos y políticos pueden entrelazarse a nivel continental.
El imperio enfermo: Trump, Musk y el futuro de EE. UU.
El analista Arturo González ha señalado que la influencia de Trump no solo afecta la política, sino también los mercados. Empresas como Tesla, de Elon Musk, parecen más valoradas por su proximidad al expresidente que por sus productos.
Esto sugiere que las relaciones entre poder político y empresarial en Estados Unidos podrían estar en un punto de quiebre, afectando a países como México, que dependen de estas dinámicas.
¿Oportunidad para México? Fortalecer nuestras instituciones
A pesar de lo surrealista que pueda parecer la propuesta de Trump, sus declaraciones subrayan la necesidad de que México fortalezca sus instituciones. Así como los europeos usaron las crisis externas para consolidarse, México podría aprovechar estos momentos de tensión para replantear su modelo de desarrollo y autonomía política.
Sin embargo, esto requeriría superar divisiones internas, reorientar las prioridades nacionales y enfrentar los desafíos de un entorno global cada vez más volátil.
Un recordatorio incómodo pero necesario
La retórica de Trump puede ser absurda, pero no deja de ser un reflejo de cómo los discursos populistas reconfiguran la política internacional. Para México, estas situaciones deben servir como un llamado a fortalecer sus instituciones y evitar depender de los vaivenes de líderes extranjeros.
Al final del día, más allá de si Trump cree que México debe 300 mil millones de dólares, lo importante es construir un país que no necesite justificar su lugar en el mundo.
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