Cada año, millones de fieles católicos se reúnen para recordar uno de los días más significativos del calendario litúrgico: el Jueves Santo. Este día marca el inicio del Triduo Pascual, el corazón de la Semana Santa, y revive tres momentos claves de la vida de Jesús: la Última Cena, el lavatorio de los pies y su oración en el Huerto de Getsemaní.
La historia comienza en un ambiente íntimo y solemne: el Cenáculo. Jesús se despide de sus discípulos con palabras cargadas de simbolismo. Rompe el pan, reparte el vino y pronuncia las frases que hoy se repiten en cada misa alrededor del mundo. Es aquí donde se instituye la Eucaristía, uno de los pilares de la fe cristiana.
La Última Cena: el nacimiento de la Eucaristía
En ese encuentro, Jesús no solo compartió alimento, también reveló su destino. Entre la traición de Judas y la negación anunciada de Pedro, nace un acto de amor inmenso: la entrega de su cuerpo y su sangre.
“Tomad y comed todos de él… Tomad y bebed todos de él…”, dijo, anticipando su sacrificio. Con estas palabras, instauró la Eucaristía como una forma de permanecer entre sus fieles hasta el fin de los tiempos.
El lavatorio de los pies: lección de humildad
Pero ese día no fue solo de enseñanzas espirituales. Jesús, sabiendo que iba a ser traicionado, se levantó de la mesa, se ciñó una toalla y lavó los pies a sus discípulos. Un acto profundamente simbólico que nos recuerda que quien quiera ser grande, debe hacerse servidor.
Getsemaní: el momento de Jesús
Al caer la noche, Jesús se retiró al Huerto de Getsemaní. Allí, entre el silencio de los olivos, oró con angustia. «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa…», suplicó. Su sufrimiento anticipaba el dolor de la Pasión. Fue allí donde Judas le entregó, con un beso, al grupo que lo arrestaría.
¿Por qué se visitan siete iglesias el Jueves Santo?
Una de las tradiciones más extendidas y conmovedoras del Jueves Santo es la visita a siete iglesias. Pero ¿de dónde viene este rito y qué simboliza?
Interpretación espiritual
Algunos ven en estas visitas un paralelismo con los siete sacramentos o los siete dolores de la Virgen María. Otros, lo vinculan directamente con los siete lugares que recorrió Jesús durante su Pasión.
Significado de cada iglesia visitada
- El Cenáculo: Donde tuvo lugar la Última Cena y la institución de la Eucaristía.
- El Monte de los Olivos: Lugar de oración y agonía antes de ser arrestado.
- La casa de Caifás: Juicio religioso ilegal durante la noche.
- La casa de Pilato: Lavado de manos del gobernador romano y condena a muerte.
- La casa de Herodes: Silencio de Jesús ante el desprecio del gobernante.
- El Pretorio: Lugar de la flagelación, burlas y coronación de espinas.
- El Calvario o Santo Sepulcro: Crucifixión, muerte, sepultura y resurrección de Jesús.
Cada templo representa un peldaño más hacia el sacrificio supremo de Cristo. Para muchos creyentes, esta peregrinación es una forma de acompañarlo en su dolor y fortalecer su propia fe.
Tradición, fe y devoción: una jornada que transforma
El Jueves Santo no es solo una conmemoración histórica, es una invitación a vivir profundamente el misterio de la fe. Las calles se llenan de fieles, las iglesias abren sus puertas y el espíritu de unidad se hace presente. En cada templo, una oración; en cada paso, un acto de amor.
Revivir estos momentos no es una obligación para la iglesia, sino un privilegio. Porque cada Jueves Santo, la historia de la salvación vuelve a escribirse en los corazones de quienes creen, según indica la iglesia católica.
¡Únete a nuestro canal de Telegram! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR