Un avance clave para millones de personas. La semaglutida, conocida por su uso en diabetes y obesidad, ha demostrado en un ensayo clínico revertir la inflamación y la cicatrización del hígado graso (MASH), una enfermedad silenciosa y en aumento.
¿Qué es la MASH y por qué es una amenaza silenciosa?
La esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH), anteriormente conocida como esteatohepatitis no alcohólica (NASH), es una inflamación del hígado causada por la acumulación excesiva de grasa. A diferencia de otras enfermedades hepáticas, no está relacionada con el consumo de alcohol. La MASH es una progresión de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) y se caracteriza por la inflamación y el daño celular en el hígado, además de la acumulación de grasa.
Con el tiempo, esta inflamación puede provocar la formación de tejido cicatricial, un proceso conocido como fibrosis. Si no se controla, la fibrosis puede avanzar a cirrosis, insuficiencia hepática o incluso cáncer de hígado. Según datos recientes, se estima que una de cada 20 personas en Estados Unidos vive con MASH, una cifra que crece en paralelo a las tasas de obesidad y diabetes a nivel mundial.
Los resultados del estudio que cambian el paradigma
El análisis intermedio del ensayo clínico ESSENCE incluyó a 800 pacientes y arrojó datos estadísticamente significativos a favor de la semaglutida en comparación con el placebo.
Tabla de Hallazgos Clave: Semaglutida vs. Placebo para MASH
| Métrica | Grupo Semaglutida (2.4 mg) | Grupo Placebo | Conclusión Clave |
|—|—|—|—|
| Resolución de la inflamación (MASH) sin empeorar la fibrosis | 62.9% de los pacientes | 34.3% de los pacientes | Casi el doble de probabilidades de revertir la inflamación hepática. |
| Mejora de la fibrosis (cicatrización) sin empeorar la MASH | 36.8% de los pacientes | 22.4% de los pacientes | Una mejora significativa en la reducción del tejido cicatricial del hígado. |
| Resolución de MASH Y mejora de la fibrosis | 32.7% de los pacientes | 16.1% de los pacientes | Más del doble de pacientes lograron ambos objetivos terapéuticos. |
| Pérdida de peso promedio | -10.5% del peso corporal | -2.0% del peso corporal | El efecto sobre el peso es un beneficio adicional clave. |
«He estado trabajando con tratamientos GLP-1 durante dieciséis años y estos resultados son enormemente emocionantes. El MASLD es un problema creciente en todo el mundo y este ensayo proporcionará una esperanza real para los pacientes con MASH», señaló un investigador principal del estudio, destacando el potencial del fármaco para abordar una necesidad médica no cubierta.
Más allá de la histología: Otros beneficios observados
Además de las mejoras directas en el tejido hepático, confirmadas por biopsias, el tratamiento con semaglutida mostró otros beneficios importantes:
* Pérdida de peso significativa: Los pacientes tratados con semaglutida perdieron en promedio un 10.5% de su peso corporal, en comparación con solo un 2.0% en el grupo de placebo. La obesidad es un factor de riesgo principal para la MASH, por lo que este efecto es fundamental.
* Mejora de marcadores cardiometabólicos: El fármaco mejoró la resistencia a la insulina y los perfiles de lípidos, abordando las causas subyacentes de la disfunción metabólica.
* Reducción no invasiva de la rigidez hepática: Pruebas no invasivas, como la elastografía de transición (VCTE) y el test ELF (Enhanced Liver Fibrosis), mostraron mejoras significativas, sugiriendo que la salud del hígado puede ser monitoreada sin necesidad de biopsias constantes.
¿Existen riesgos o efectos secundarios?
El perfil de seguridad de la semaglutida en el ensayo fue consistente con su uso para otras condiciones. Los efectos adversos más comunes fueron de naturaleza gastrointestinal, como náuseas, diarrea, estreñimiento y vómitos. Según el informe, el 88% de los participantes pudieron mantener la dosis completa del tratamiento, lo que sugiere que los efectos secundarios son, en general, manejables.
Es crucial destacar que la semaglutida 2.4 mg aún no está aprobada específicamente para el tratamiento de MASH. La compañía farmacéutica ha presentado una solicitud a la FDA para esta nueva indicación, la cual ha sido aceptada para una revisión prioritaria.
El impacto directo en la vida de los pacientes
Para una persona que vive con diabetes, obesidad y el diagnóstico de hígado graso, esta noticia representa un cambio de juego. Hasta ahora, las opciones de tratamiento para MASH se limitaban principalmente a cambios en el estilo de vida, como dieta y ejercicio, que muchos pacientes encuentran difíciles de mantener a largo plazo.
La posibilidad de contar con un tratamiento farmacológico que no solo ayuda a controlar el peso y el azúcar en sangre, sino que también ataca directamente la enfermedad hepática, podría prevenir la progresión a cirrosis y la necesidad de un trasplante de hígado.
Este avance subraya la interconexión de las enfermedades metabólicas y refuerza la idea de que tratar la obesidad de manera efectiva puede resolver una cascada de complicaciones graves, mejorando drásticamente la calidad y la esperanza de vida.


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