Cada año, durante el mes de mayo, miles de trabajadores en México esperan con entusiasmo el reparto de utilidades, una prestación laboral que representa un reconocimiento al esfuerzo colectivo y un alivio para la economía familiar. Este derecho está respaldado por la Constitución y la Ley Federal del Trabajo, y su cumplimiento es obligatorio para las empresas que hayan generado ganancias durante el año fiscal anterior.
El reparto de utilidades consiste en la entrega de un porcentaje de las ganancias netas de una empresa a sus empleados. La ley establece que las personas trabajadoras deben recibir esta prestación a más tardar el 30 de mayo si laboran en una empresa, o el 29 de junio si trabajan para una persona física con actividad empresarial. El monto varía según las ganancias reportadas y el tiempo trabajado por cada empleado durante el año.
Es importante que los trabajadores verifiquen si su empresa está obligada a cumplir con esta prestación. Algunas excepciones incluyen negocios de reciente creación (menos de un año de operación), instituciones públicas, empresas sin fines de lucro y aquellas que hayan reportado pérdidas fiscales. En caso de no recibir este pago en tiempo y forma, se puede presentar una queja ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet).
Recibir las utilidades puede ser una gran oportunidad para mejorar las finanzas personales. Por ello, especialistas en economía familiar recomiendan seguir algunos consejos para aprovechar este dinero de forma inteligente:
1. Evita gastarlo de inmediato: Antes de correr a las tiendas, piensa con calma cómo usar ese ingreso extra. No se trata de no disfrutarlo, sino de hacerlo con responsabilidad.
2. Liquida deudas: Si tienes tarjetas de crédito o préstamos pendientes, destinar parte de las utilidades a reducirlos puede darte más tranquilidad y liberar tus ingresos mensuales.
3. Ahorra una parte: Guarda al menos un 20% de este ingreso. Puedes hacerlo en una cuenta bancaria o, si prefieres, iniciar un fondo de emergencia.
4. Invierte en lo que te haga crecer: Piensa en cursos, herramientas de trabajo o incluso en emprender un pequeño negocio. Invertir en ti mismo siempre rinde frutos.
5. Comparte con responsabilidad: Si decides consentir a tu familia o darte un gusto, hazlo dentro de un presupuesto. Celebrar está bien, pero sin comprometer tu estabilidad.


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