El vínculo entre el cambio climático y el dengue
El calentamiento global está afectando nuestras vidas de formas más tangibles de lo que imaginamos. Según un reciente estudio de la Universidad de Stanford, uno de cada cinco casos de dengue a nivel mundial puede atribuirse directamente al cambio climático.
Erin Mordecai, ecóloga de enfermedades infecciosas, lideró esta investigación que arroja un dato alarmante: para 2050, los casos de dengue podrían aumentar entre un 40% y un 60%, e incluso duplicarse en algunas regiones del mundo.
El brote silencioso
Imagina un vecindario en cualquier ciudad cálida de América Latina. Es verano y las temperaturas han alcanzado niveles récord. En las sombras de patios húmedos y recipientes olvidados, los mosquitos encuentran el ambiente perfecto para reproducirse. Un día, un niño desarrolla fiebre alta, sarpullido y un dolor insoportable en las articulaciones. Su familia, confundida, piensa que es gripe. Pero en realidad, es dengue.
Este no es un caso aislado. Hoy en día, más de 257 millones de personas viven en áreas donde el cambio climático está incrementando drásticamente el riesgo de dengue.
Las regiones más afectadas por el dengue
En 2024, América ha resgistrado casi 12 millones de casos de dengue, triplicando la cifra de 2023. Países como México, Perú y Brasil están viendo aumentos alarmantes, mientras que en Estados Unidos, estados como Florida y California reportan infecciones adquiridas localmente.
El dengue prospera en temperaturas entre 68 °F y 82 °F, un rango que cada vez más regiones alcanzan debido al calentamiento global.
El desafío médico: dengue sin tratamiento específico
El dengue, conocido como «fiebre rompehuesos», no tiene un tratamiento curativo. Los síntomas incluyen:
- Fiebre alta
- Dolores articulares severos
- Náuseas y vómitos
- Complicaciones hemorrágicas en casos graves
Aunque existe una vacuna aprobada, su uso está restringido a menores de 9 a 16 años que ya hayan tenido dengue previamente. Para la mayoría, el manejo se basa en descanso, hidratación y control del dolor.
El papel del cambio climático en la propagación del dengue
Los mosquitos que transmiten el dengue producen más virus en ambientes cálidos. Esto, combinado con lluvias más frecuentes e intensas, crea el ecosistema perfecto para que el dengue prospere.
Incluso en los escenarios más optimistas de reducción de emisiones de carbono, se prevé que al menos 17 de los 21 países estudiados experimenten un aumento significativo en los casos de dengue.
¿Cómo protegernos?
Aunque el panorama es preocupante, podemos tomar medidas para reducir el riesgo:
- Elimina criaderos de mosquitos: Vacía recipientes con agua estancada en patios y jardines.
- Usa repelente y ropa protectora: Esto es esencial en zonas de alto riesgo.
- Instala mallas protectoras: Minimiza el ingreso de mosquitos al hogar.
- Apoya políticas climáticas sostenibles: Los recortes en emisiones de carbono son clave para frenar el avance del dengue.
Estrategia global para mitigar el dengue
Los investigadores enfatizan que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podría mitigar el aumento proyectado de casos en un 20%. Sin embargo, esto requiere un esfuerzo global concertado.
El estudio subraya que las comunidades más vulnerables son aquellas en regiones cálidas y con menor acceso a recursos médicos, lo que agrava las desigualdades en salud.


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