El estrés emocional es una de las principales amenazas silenciosas para la salud cardiovascular. En particular, el desamor y las rupturas sentimentales pueden tener efectos devastadores sobre el corazón. De hecho, el fenómeno conocido como el Síndrome del Corazón Roto o miocardiopatía de Takotsubo ha revelado que las emociones intensas, como el dolor de una ruptura amorosa, pueden afectar de manera temporal pero significativa el funcionamiento del corazón. Esta afección, aunque similar a un infarto, no es causada por obstrucciones en las arterias, sino por un exceso de adrenalina y hormonas del estrés que alteran la función cardíaca. El Síndrome del Corazón Roto: una enfermedad real
El Síndrome del Corazón Roto se presenta típicamente tras situaciones de estrés emocional intenso, como la pérdida de un ser querido o, en este caso, una ruptura amorosa. A pesar de su nombre metafórico, este síndrome es una enfermedad real que afecta el ventrículo izquierdo del corazón, lo que puede provocar síntomas similares a los de un infarto, como dolor torácico, dificultad para respirar y fatiga. La diferencia fundamental radica en que esta afección no se debe a bloqueos arteriales, sino a una sobrecarga hormonal que debilita temporalmente el músculo cardíaco.
Cómo el estrés afecta la salud cardiovascular
El estrés emocional desencadenado por el desamor o las pérdidas puede elevar los niveles de hormonas como la adrenalina, lo que provoca que el corazón se sobrecargue. Lucía Kazelian, directora del Área Corazón y Mujer de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), explicó que el 90% de los casos de este síndrome afectan a mujeres, especialmente a aquellas en edad posmenopáusica. Se cree que los estrógenos juegan un papel protector en las mujeres jóvenes, lo que las hace menos susceptibles a los efectos negativos de las hormonas del estrés.
Síntomas del síndrome del corazón roto: ¿Cómo identificarlo?
Los síntomas del síndrome del corazón roto incluyen:
- Dolor torácico similar al infarto
- Dificultad para respirar
- Fatiga extrema
- Cambios en el electrocardiograma
- Sensación de presión en el pecho
Es fundamental realizar estudios médicos, como análisis de sangre, ecocardiograma y cateterismo cardíaco, para llegar a un diagnóstico adecuado y diferenciarlo de un infarto real. La prevención del estrés, junto con la gestión emocional efectiva, son claves para evitar este tipo de complicaciones.
El papel protector de las relaciones afectivas
Aunque el estrés puede ser dañino para el corazón, el amor y el apoyo social tienen efectos protectores sobre la salud cardiovascular. Omar Prieto, secretario científico del Área Corazón y Mujer de la SAC, señala que las personas que disfrutan de relaciones afectivas estables y satisfactorias presentan niveles más bajos de cortisol, la hormona principal del estrés. Esto contribuye a una presión arterial más baja y reduce el riesgo de hipertensión y otros eventos cardíacos.
Un metaanálisis de 148 estudios, que incluyó a más de 300,000 participantes, demostró que tener apoyo social puede reducir a la mitad el riesgo de mortalidad, un beneficio comparable al de dejar de fumar o hacer ejercicio regularmente.
Estrategias para reducir el estrés y proteger el corazón
Desde la SAC recomiendan estrategias específicas para reducir el estrés y proteger la salud del corazón:
- Ejercicio físico regular para mantener un corazón saludable
- Alimentación equilibrada, evitando el exceso de sal, azúcar y grasas
- Técnicas de relajación, como meditación, yoga y mindfulness
- Control del peso, la hipertensión y el colesterol con chequeos médicos regulares
- Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol
Estas estrategias no solo ayudan a prevenir enfermedades cardíacas, sino que también mejoran la calidad de vida y la expectativa de vida. Cuidar el corazón no es solo una cuestión biológica, sino también una decisión de autocuidado emocional y físico.
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