Lucía, una madre primeriza de 32 años, observó con curiosidad cómo su hija de siete años pedía “un café como el de mamá”. En lugar de responder con un no rotundo, se preguntó si realmente era tan grave. ¿Un pequeño sorbo podría afectar a su hija? Como muchos padres, no tenía claro si un café ocasional era inofensivo o peligroso.
La historia de Lucía refleja una preocupación común: el café, parte esencial del ritual matutino de millones, sigue generando controversia cuando se trata de los más pequeños. Pero ¿qué dice la ciencia?
La cafeína y los niños: una combinación que preocupa
A diferencia de los adultos, los niños son más sensibles a los efectos estimulantes de la cafeína, sustancia presente no solo en el café, sino también en refrescos, chocolates y tés.
La Academia Americana de Pediatría recomienda evitar el consumo de cafeína en menores, mientras que Canadá ha establecido límites claros:
- 4 a 6 años: máximo 45 mg/día (media taza de café)
- 7 a 9 años: hasta 62,5 mg/día
- 10 a 12 años: hasta 85 mg/día
- 13+ años: entre 85 y 100 mg/día
Estas cifras, aunque orientativas, muestran que incluso pequeñas cantidades podrían tener efectos indeseables.
¿Qué efectos tiene el café en los niños?
El café actúa directamente sobre el sistema nervioso central. En los niños, esto puede traducirse en:
- Aumento de la ansiedad y el nerviosismo
- Dificultad para conciliar el sueño
- Alteraciones del ritmo cardíaco
- Problemas de atención y concentración
- Dolor de cabeza o malestar estomacal
Además, según la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, la cafeína puede interferir con la producción de la hormona del crecimiento, afectando directamente el desarrollo físico.
¿Existen beneficios del café en menores?
Aunque en adultos se ha asociado el café con beneficios como menor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, no hay evidencia suficiente que respalde efectos positivos en niños.
Johns Hopkins University advierte que los antioxidantes del café no garantizan beneficios en cuerpos en desarrollo. Por eso, muchos pediatras prefieren evitar su consumo en menores.
¿Cómo saber si un niño ha consumido demasiada cafeína?
Los síntomas de sobredosis de cafeína incluyen:
- Inquietud excesiva
- Insomnio
- Dolor de cabeza
- Malestar estomacal
- Taquicardia
- Irritabilidad
En casos extremos, puede producirse deshidratación o arritmias. Ante cualquiera de estos signos, lo recomendable es acudir al pediatra.
¿Permitir o no el café en los niños?
Aunque no existen reglas absolutas, la mayoría de expertos coinciden en que la infancia no es el momento adecuado para consumir café. La moderación es clave, y el conocimiento es la mejor herramienta para tomar decisiones informadas.
Como Lucía, muchos padres descubren que la respuesta no siempre es evidente. Pero ahora ella lo sabe: ese “cafecito” inofensivo puede esperar unos años.
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