¿Qué es el tiempo? Más que un reloj, es nuestra historia vivida
El tiempo no es solo el tic-tac incesante de un reloj; es la suma de nuestras vivencias, errores y logros. Es lo que nos iguala como humanos. Henri Bergson lo definió como la experiencia efectivamente vivida, una cronología que va más allá de lo cronológico.
2024 se fue con sus momentos buenos y malos, con nombres que ahora son memoria: Sebastián Piñera, Paul Auster, Alice Munro, y el descubridor del bosón de Higgs, Peter Higgs. Pero 2025 es una página en blanco. ¿Qué historias escribiremos en ella?
2024: Lecciones de un año que ya no está
El año pasado nos dejó con una mezcla de certezas e incertidumbres. Murieron líderes, escritores y científicos, pero también quedó la huella de desafíos globales: la guerra, el cambio climático, la corrupción y la violencia.
¿Fue tiempo perdido?
- Algunos dirían que sí, cuando enfrentamos gobiernos que no mejoran la vida de sus ciudadanos.
- Otros dirían que no, porque cada obstáculo puede convertirse en una oportunidad de aprendizaje.
Como dijo Carlos Castillo Peraza, un buen gobierno no hace perder el tiempo a su gente. ¿Qué tan cierto fue esto en 2024?
2025: El año de la incertidumbre como oportunidad
La incertidumbre no es necesariamente negativa. Martin Heidegger describió al tiempo como un «ser-para-morir», una visión que invita a la reflexión: cada día es una oportunidad para sembrar algo nuevo, incluso en medio de lo incierto.
Optimismo vs. Realismo:
- Optimismo ciego: Ignorar los problemas como el alza en la gasolina, el déficit presupuestario y la inseguridad.
- Realismo con esperanza: Reconocer los desafíos, pero actuar con la firme convicción de que el cambio es posible.
La esperanza no es pasividad; es rebelión. Es la semilla que sembramos frente a la adversidad, no un fruto que recogemos en la comodidad.
La esperanza como semilla, no como fruto
El Papa Francisco llamó a la esperanza como una respuesta al dolor y la incertidumbre. Pero, ¿qué significa esperar en un mundo lleno de demagogos, corrupción y desigualdad?
Esperanza activa:
- No es sentarse y esperar que algo cambie.
- Es actuar, resistir y construir, incluso frente al estiércol del mundo actual.
La esperanza no florece en la comodidad; se cultiva en los terrenos más duros, en el dolor y la lucha diaria.
Recalentar la esperanza en 2025
2025 nos reta a mirar hacia adelante con convicción. Es un llamado a abandonar la pasividad y enfrentar los desafíos con coraje, sin ingenuidad, pero con una visión clara de que cada acción cuenta.
Este nuevo año no es solo otro en la lista; es una oportunidad para sembrar algo nuevo, para que el tiempo que tenemos sea verdaderamente nuestro.
Como decía Winston Churchill, «El pesimismo no lleva a ninguna parte, pero el optimismo sin acción es inútil». Entonces, entre lo incierto y lo seguro, nos queda la decisión de recalentar nuestra esperanza y convertirla en motor de cambio.
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