El macabro descubrimiento de un cuerpo mutilado y embolsado en un predio de Coatzacoalcos ha sacudido a la comunidad. Este acto de barbarie, con el sello del crimen organizado, es un sombrío recordatorio de la violencia extrema que no cesa en el sur de Veracruz.
Coatzacoalcos, Veracruz.- La violencia más brutal volvió a manifestarse en el sur de Veracruz. El hallazgo de un cuerpo humano mutilado, abandonado dentro de bolsas de plástico en un predio de la zona poniente de Coatzacoalcos, ha desatado la consternación y el temor entre los habitantes de la región.
El descubrimiento fue realizado por trabajadores que realizaban labores de cableado eléctrico en un terreno de la colonia Teresa Morales. Al percatarse de las bolsas sospechosas y el avanzado estado de descomposición de los restos, dieron aviso inmediato a las autoridades. El reporte generó una intensa movilización de elementos de la Policía Municipal, Policía Estatal y personal de la Secretaría de Marina (SEMAR), quienes acordonaron la zona para permitir el trabajo de los servicios periciales de la Fiscalía General del Estado.
Hasta el momento, la identidad de la víctima no ha sido revelada, y el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para realizar la necropsia de ley y determinar las causas exactas de la muerte, así como para intentar su identificación.
Un Patrón de Violencia que No Da Tregua
Este macabro suceso no es un hecho aislado, sino que se inscribe en un patrón de violencia extrema que ha afectado a Veracruz durante años. El modus operandi —la mutilación y el abandono de cuerpos en lugares públicos— es una táctica característica de los grupos del crimen organizado, utilizada para enviar mensajes de terror a grupos rivales y a la sociedad en general.
La historia reciente de Veracruz está marcada por episodios de violencia similar. Casos como el asesinato y mutilación de periodistas y fotógrafos, o el hallazgo de múltiples cuerpos en fosas clandestinas o abandonados en canales de aguas negras, han sido una constante en la crónica de seguridad del estado.
La región sur, en particular, ha sido escenario de una persistente actividad delictiva. En el primer trimestre de 2025, delitos de alto impacto como la desaparición de personas, homicidios y robos se mantuvieron como los de mayor incidencia en la entidad. Organizaciones como México Evalúa han señalado focos rojos en delitos como el feminicidio y la extorsión en el estado.
«Veracruz ha experimentado una tendencia negativa en delitos de alto impacto como el feminicidio, la extorsión y el robo a negocio», señala un análisis de la organización México Evalúa, evidenciando los desafíos persistentes en materia de seguridad.
La Respuesta de las Autoridades y la Percepción Ciudadana
Ante la ola de violencia, las autoridades federales y estatales han desplegado operativos en diversas regiones. Recientemente, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) reforzó la presencia militar en el sur de Veracruz con más de 200 elementos para combatir la delincuencia tras un repunte de homicidios.
Sin embargo, hallazgos como el de Coatzacoalcos alimentan la percepción de inseguridad entre los ciudadanos. Según el Índice de Paz México 2025, a pesar de una leve disminución en la tasa de homicidios, persisten desafíos importantes en la percepción de inseguridad y la violencia ligada al crimen organizado en Veracruz.
El cuerpo mutilado en la colonia Teresa Morales es más que una cifra en la estadística criminal; es un crudo recordatorio de que, a pesar de los esfuerzos, la paz y la seguridad siguen siendo una meta lejana para muchas comunidades en el estado.


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