De acuerdo con fuentes federales, el presunto asesino de Carlos Manzo, Osvaldo Gutiérrez Vázquez, tenía entre 17 y 19 años y era originario de la colonia Miguel Hidalgo de Apatzingán, Michoacán. Las investigaciones señalan que era familiar de un hombre apodado “El Prángana”, operador directo de los hermanos Ramón y Rafael Álvarez Ayala, conocidos como “El R12” y “El R2”, respectivamente.
Estos dos últimos son señalados como líderes de un grupo delictivo que trabaja al servicio del Cártel Nueva Generación, encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”. Dicho cártel mantiene presencia en diversas zonas de Michoacán, en constante disputa con “Los Viagras” y “Blancos de Troya”.
Según las autoridades, “El Cuate” habría actuado bajo las órdenes de una célula de este grupo criminal. Las cámaras de seguridad mostraron que se hospedó en un hotel del centro de Uruapan y, la noche del ataque, se acercó entre la multitud para disparar siete veces contra el alcalde.
Participación del crimen organizado y refuerzo de la seguridad
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó que la delincuencia organizada estuvo involucrada en el homicidio. Además, descartó que los escoltas municipales del alcalde tuvieran vínculos con grupos criminales, pues uno de ellos abatió al agresor.
Por instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum, se ordenó reforzar los operativos de seguridad en Michoacán con la participación del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional.
El caso continúa bajo investigación conjunta entre la Fiscalía de Michoacán y el gobierno federal, que no descartan la participación de más integrantes del Cártel Nueva Generación en el atentado.
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