Armando Baltazar, una figura clave y fundador de las Guardias Comunitarias en la comunidad purépecha de Zirahuén, Michoacán, fue asesinado a tiros. Su homicidio representa un duro golpe para los movimientos de autogobierno indígena que luchan contra el crimen organizado.
Morelia, Michoacán.- La lucha de los pueblos originarios de Michoacán por su seguridad y autonomía ha sido teñida de sangre una vez más. Armando Baltazar, reconocido fundador de las Guardias Comunitarias (conocidas en purépecha como Kuarichas), fue asesinado a balazos este martes 18 de junio. Su muerte no es un hecho aislado; es el asesinato de un símbolo de la resistencia civil contra el crimen organizado ante la aparente incapacidad o ausencia del Estado.
El ataque ocurrió en la comunidad de Zirahuén, donde Baltazar era una figura respetada. Su hijo, quien lo acompañaba, resultó gravemente herido. La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación, pero hasta ahora no hay detenidos.
¿Quién Era Armando Baltazar y Qué Son las Guardias Comunitarias?
Para entender la magnitud de este asesinato, es crucial comprender el papel de las Kuarichas. Estos grupos de defensa, cuyo nombre significa «guardián del pueblo», son una respuesta directa de las comunidades indígenas a la violencia, la extorsión y la infiltración del crimen organizado en sus territorios.
* Origen: Surgen del hartazgo social. Ante la ineficacia o complicidad de las policías municipales, las comunidades, amparadas en sus usos y costumbres y en derechos constitucionales, deciden formar sus propios cuerpos de seguridad.
* Función: Su objetivo principal es vigilar y proteger a su gente y sus recursos (bosques, tierras, agua) de talamontes, secuestradores y, sobre todo, de los cárteles que buscan controlar la plaza.
* Estructura: Se organizan mediante asambleas comunitarias, y sus miembros son elegidos por el pueblo. A menudo, no reciben un sueldo y su participación es un servicio a la comunidad.
Armando Baltazar fue un pionero en este movimiento. Fue uno de los líderes que, cansado de la violencia de cárteles como Los Caballeros Templarios y sus sucesores, impulsó la creación de un sistema de autodefensa basado en la organización comunal. Su lucha era por la paz y la autonomía.
Un Mensaje de Terror del Crimen Organizado
El asesinato de un líder como Baltazar es un mensaje claro y brutal de los grupos criminales: cualquier intento de organización civil para desafiar su poder será respondido con la muerte. Este tipo de ataques busca decapitar los movimientos de resistencia, sembrar el miedo y reafirmar el control territorial a través del terror.
La comunidad de Zirahuén y otras localidades con guardias comunitarias, como Cherán y Ostula, viven en un estado de alerta constante. Saben que su lucha por la autodefensa los pone en la mira directa de organizaciones criminales ultraviolentas.
«El pueblo de Zirahuén rindió un homenaje al fundador de las guardias comunitarias en la plaza principal, donde no descartaron movilizaciones por estos hechos.».
La Reacción Oficial: Investigación en Curso
La Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) ha confirmado el inicio de la carpeta de investigación correspondiente. En la escena del crimen se localizaron al menos nueve casquillos percutidos de arma corta.
Sin embargo, para las comunidades que han perdido a uno de sus líderes, la promesa de una investigación a menudo suena hueca. La historia reciente de Michoacán está plagada de crímenes contra activistas y líderes sociales que permanecen en la impunidad. La exigencia de la gente no es solo una investigación, es justicia y, sobre todo, una estrategia de seguridad real que les permita vivir sin tener que defenderse por sí mismos.
El asesinato de Armando Baltazar es una herida abierta en el corazón de Michoacán y un recordatorio sombrío del precio que pagan quienes se atreven a buscar la paz en un territorio en guerra.


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