Ante crisis de violencia, Mara Lezama apuesta por obras y justicia social.
Ante una crisis de seguridad que no cede, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, ha definido una clara estrategia política: combatir las causas de la violencia con una ofensiva de obra pública y programas de «justicia social».
Mientras los titulares sobre la violencia en Quintana Roo continúan generando alarma, la administración de la gobernadora Mara Lezama ha optado por una estrategia de gobierno que, a primera vista, parece enfocarse en un frente distinto: el desarrollo social y la infraestructura. La apuesta es clara y de largo aliento: la única forma de alcanzar una paz duradera es atacando las raíces de la delincuencia, como la pobreza y la desigualdad.
Los Dos Pilares de la Estrategia Lezama
La política del actual gobierno de Quintana Roo se sostiene sobre dos ejes principales que se promueven de manera constante y coordinada.
1. Justicia Social y Bienestar Comunitario
El discurso oficial se centra en «acortar las brechas de desigualdad». Esto se traduce en una serie de programas y acciones directas:
- Entrega de Títulos de Propiedad: Miles de familias, algunas con décadas de espera, han recibido los títulos de sus propiedades, brindándoles certeza jurídica y patrimonio.
- Programas para Mujeres: Iniciativas como «Mujer es Vida» buscan empoderar económicamente a las jefas de familia con apoyos y despensas.
- Salud y Campo: Se han anunciado la apertura de nuevos centros de salud en comunidades mayas marginadas y programas de rehabilitación de caminos «sacacosechas» para fortalecer al sector agrícola.
2. Inversión en Infraestructura Estratégica
Paralelamente, se impulsa una agenda de modernización urbana y turística, presentada como un motor de prosperidad y empleo:
- Vialidades Clave: La renovación del Bulevar Colosio y la construcción de la Avenida Chac Mool en Cancún son los proyectos insignia para mejorar la movilidad.
- Conectividad: Se destaca el rol del Tren Maya como un proyecto que «viene a cortar también brechas de desigualdad», llevando turistas y desarrollo a comunidades del sur del estado.
«No daremos marcha atrás en nuestra determinación de devolver la tranquilidad a nuestras familias. No habrá tregua para quienes atenten contra la paz», declaró la gobernadora Mara Lezama tras el asesinato del secretario de seguridad de Tulum, mostrando el rostro reactivo de su gobierno ante la crisis.
El Dilema: ¿Estrategia de Largo Plazo?
La gran interrogante que rodea esta estrategia es si puede ofrecer resultados tangibles en el corto plazo, que es lo que exige una ciudadanía atemorizada por la violencia. Mientras la administración invierte en los cimientos de una sociedad más equitativa, los grupos criminales libran una guerra sangrienta por el control de los lucrativos mercados ilegales del estado.
Los críticos podrían argumentar que, si bien las políticas sociales son necesarias, no sustituyen la necesidad de una fuerza policial más robusta, una inteligencia más eficaz y un sistema de justicia implacable. La propia gobernadora se ve forzada a adoptar un doble discurso: por un lado, el de la constructora de un futuro próspero; por otro, el de la comandante en jefe que promete «todo el peso de la ley» contra los delincuentes.
La evaluación del mandato de Mara Lezama dependerá, en última instancia, de su capacidad para equilibrar estas dos facetas. La historia juzgará si su enfoque en las «causas» fue una visión profética para alcanzar la paz o si, por el contrario, fue una apuesta que no pudo contener la urgencia de la violencia del «ahora».


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