En lo que va de 2025, el estado de Jalisco se posiciona como el cuarto lugar a nivel nacional con más coches monstruo decomisados al crimen organizado. De acuerdo con cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se han asegurado al menos siete vehículos con blindaje artesanal, casi el doble de los cuatro decomisados durante todo 2024.
Uno de los casos más relevantes ocurrió el pasado 23 de enero en Teocaltiche, donde las Fuerzas Interinstitucionales Regionales (FIR) y autoridades federales localizaron una Ford Super Duty blindada artesanalmente, equipada con ponchallantas.
Aún más impresionante fue el vehículo asegurado en Villa Hidalgo el 14 de febrero, que superaba los dos metros de altura y contaba con un blindaje reforzado. Estos automotores, hechos con láminas de acero, pequeñas rendijas y espacios para cañones de alto calibre, funcionan como “fortalezas móviles” que protegen a grupos armados en enfrentamientos.
Tamaulipas lidera decomisos; así se usan estos vehículos
Con 94 unidades aseguradas entre enero y junio de 2025, Tamaulipas encabeza la lista de estados con más decomisos, seguido por Sinaloa y Chihuahua.
El analista en seguridad David Saucedo explicó que los coches monstruo son diseñados para portar armamento de grado militar y fueron una respuesta del crimen organizado a la militarización de la seguridad pública en México.
No todos los cárteles los emplean; algunos grupos los descartan por su tamaño y poca maniobrabilidad, mientras que otros —dirigidos en ocasiones por exmilitares— han perfeccionado su fabricación para usarlos en incursiones rápidas o enfrentamientos prolongados.
Saucedo agregó que, aunque estos vehículos ofrecen ventajas estratégicas, también son vulnerables a artillería antitanque, bazucas y fusiles especializados empleados tanto por fuerzas de seguridad como por grupos rivales.
En varios estados, abundan los monstruos abandonados tras quedar inservibles por daños de combate o por lo costoso de su reparación. Según el especialista, este contraste explica por qué algunos aseguramientos oficiales en realidad representan vehículos ya fuera de operación.
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