El Gobierno de México lanzó uno de los golpes más contundentes al crimen organizado en lo que va del año, al lograr una afectación económica superior a mil 196.1 millones de pesos tras diversos operativos en Sinaloa, Puebla, Baja California y Sonora. A través del Gabinete de Seguridad, fuerzas federales desmantelaron narcolaboratorios, narcobodegas, cargamentos de metanfetamina, cocaína, fentanilo y vehículos utilizados para transporte y almacenamiento. Las acciones forman parte de la estrategia permanente de vigilancia y contención del delito en el país.

Narcolaboratorios y narcobodegas inhabilitados en Sinaloa
El mayor golpe económico ocurrió en Culiacán y Cosalá, Sinaloa, donde el Ejército Mexicano localizó e inhabilitó dos laboratorios clandestinos y 18 narcobodegas, lo que permitió asegurar enormes cantidades de precursores químicos y equipo especializado para la producción de drogas sintéticas.
Entre lo asegurado destacan:
- 19 mil 575 litros de sustancias químicas para producir metanfetamina
- 1 mil 125 kilos de material sólido
- Dos reactores de síntesis orgánica
- Cinco condensadores de gran capacidad
De acuerdo con las estimaciones oficiales, la destrucción y aseguramiento de estos materiales representa una afectación económica de mil 184 millones de pesos para los cárteles que operan en la zona. Los laboratorios contaban con infraestructura de alta sofisticación, lo que indica que funcionaban como centros de producción masiva de droga destinada al tráfico internacional.
Este tipo de instalaciones clandestinas son consideradas las de mayor rentabilidad para las organizaciones criminales debido a la rapidez con la que pueden generar grandes volúmenes de metanfetamina, una droga cuyo consumo ha aumentado drásticamente en Norteamérica.
Aseguran cocaína en Puebla durante patrullajes
En Huejotzingo, Puebla, sobre la autopista México-Puebla, elementos de la Guardia Nacional detectaron un vehículo sospechoso durante recorridos de seguridad. Tras una inspección, localizaron 50 kilos de cocaína, además de asegurar el automóvil en el que se transportaba.
Este aseguramiento representa un impacto económico de 11 millones de pesos para la delincuencia organizada. Aunque las autoridades no revelaron detalles sobre la procedencia o destino de la droga, se presume que pertenecía a una ruta utilizada para mover cargamentos desde el sureste hacia el centro del país.
Decomiso de fentanilo en Tijuana
En Tijuana, Baja California, personal de la Guardia Nacional confiscó 50 pastillas de fentanilo durante acciones de vigilancia. Aunque la cantidad puede parecer menor en comparación con otros aseguramientos, el fentanilo es una de las drogas más rentables y peligrosas del mercado, por lo que el decomiso generó una afectación de aproximadamente 1.1 millones de pesos para los grupos criminales.
La región fronteriza continúa siendo un punto crítico para el tráfico de este opioide sintético debido a su demanda en Estados Unidos y a la facilidad con la que puede ser transportado en pequeñas cantidades.
Combate al robo y tráfico de hidrocarburos en Sonora
En Nogales, Sonora, fuerzas federales detuvieron a una persona y aseguraron un tractocamión acoplado a dos autotanques con 65 mil litros de hidrocarburo cuya procedencia no pudo ser acreditada.
El decomiso forma parte de las labores de Operación Frontera Norte, que busca frenar el huachicol, una de las fuentes de financiamiento más importantes para diversas organizaciones delictivas. El robo de combustible sigue siendo un delito de alto impacto, no solo por su rentabilidad sino también por sus riesgos operativos y ambientales.

Gobierno de México: Un golpe estratégico en la lucha contra el crimen
Los operativos realizados el 27 de noviembre representan un avance relevante en el combate a las redes criminales que operan en diferentes regiones del país. La coordinación entre Ejército, Guardia Nacional, SSPC y policías estatales muestra un enfoque de seguridad orientado a afectar directamente la estructura financiera de los cárteles, más allá de solo asegurar cargamentos aislados.
Aunque estos golpes no significan la erradicación total del problema, sí representan un debilitamiento de la capacidad operativa y productiva de las organizaciones delictivas, especialmente en materia de drogas sintéticas, cuya producción ha aumentado en los últimos años.


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