Cigarros ilegales. La mañana avanzaba con normalidad en los pasillos de la Central de Abasto en Iztapalapa, cuando un convoy de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) rompió el ritmo habitual del mayor centro de distribución del país. La operación, silenciosa y quirúrgica, tenía un objetivo concreto: desmantelar un punto de almacenamiento y venta de cigarros ilegales que llevaba meses moviendo producto falsificado y sin controles sanitarios.
Los agentes de inteligencia ya tenían semanas siguiendo el rastro. Las cajetillas entraban sin permisos, sin sellos oficiales y sin cumplir las Normas Oficiales Mexicanas. Para muchos comerciantes eran solo productos “baratos”, pero para las autoridades representaban un riesgo sanitario y una pérdida millonaria para el Estado mexicano.
Ese jueves, la información se confirmó: seis inmuebles dentro de la Central estaban vinculados con la red ilegal. Comenzó entonces una operación coordinada entre la SSC y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), una combinación que ya había dado resultados en otros operativos contra productos piratas.
Decomiso histórico: más de 400 mil cigarros ilegales asegurados
Los números hablan por sí solos:
- 12,011 cajetillas decomisadas
- 401,380 cigarros ilegales
- Valor total: 1,700,935 pesos
Cada caja, cada envoltura y cada lote asegurado representaba no solo un incumplimiento legal, sino un riesgo potencial para quienes los consumían. Los cigarros no regulados suelen incluir sustancias más agresivas, niveles irregulares de nicotina y procesos de fabricación sin control sanitario.
A la mitad del operativo, mientras los policías apilaban cajas marcadas como “evidencia”, quedó claro que no se trataba de un decomiso menor. Era un golpe directo a las cadenas de distribución de cigarros ilegales que han ganado terreno en mercados informales de la Ciudad de México.
Cómo operaba la red dentro de la Central de Abasto
Los seis inmuebles identificados funcionaban como bodegas ocultas. A simple vista, parecían locales de almacenamiento; pero dentro, las autoridades hallaron cargamentos listos para distribuirse en tianguis, puestos semifijos, tiendas improvisadas y puntos móviles de venta ilegal.
El IMPI confirmó que las marcas no solo carecían de permisos, sino que además usaban diseños y logotipos similares a las marcas comerciales, violando propiedad industrial y comprometiendo la identificación del consumidor.
Los agentes describieron el sitio como una “mini aduana ilegal”: hileras de cajas, empaques sin origen claro y mercancía lista para circular.
A dónde fue llevada la mercancía y qué sigue en la investigación
Todo lo asegurado fue trasladado bajo resguardo de la SSC a un inmueble ubicado en la colonia Juárez, en la alcaldía Cuauhtémoc. Ahí, especialistas analizarán los lotes, registrarán su procedencia y determinarán vínculos con otras redes de comercio ilícito.
La Fiscalía también ha sido notificada, dado que la comercialización de productos no regulados puede tener vínculos con bandas dedicadas al contrabando, evasión fiscal y distribución de mercancía ilegal a gran escala.
Por ahora, no se han reportado detenidos, pero las autoridades han señalado que los operativos continuarán en otros puntos de la Ciudad de México donde se sospecha que operan estas redes.
¿Por qué aumentan los cigarros ilegales en México?
El comercio de tabaco ilícito ha crecido por factores como:
- aumento en el precio del tabaco regulado
- entrada de contrabando desde Asia y Sudamérica
- distribución en tianguis y mercados sin vigilancia
- falta de identificación precisa del consumidor
Además, la venta de cigarros sin regulación afecta directamente la salud pública. No existe claridad sobre la composición química, los niveles de tóxicos o el proceso de fabricación, lo que puede incrementar riesgos respiratorios, cardiovasculares y cáncer.
Un decomiso que deja un mensaje claro
El operativo no solo significó el aseguramiento de más de 400 mil cigarros ilegales, sino que envió un mensaje a las redes que operan en la Ciudad de México: la vigilancia seguirá intensificándose. La combinación de inteligencia policial, supervisión industrial y monitoreo sanitario demuestra que la capital está endureciendo sus acciones contra el comercio ilícito.
La historia de este decomiso continuará, pero hoy, el hallazgo en la Central de Abasto marca uno de los golpes más significativos del año contra los cigarros ilegales, un mercado que continúa creciendo y que sigue siendo una prioridad para las autoridades mexicanas.
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