¿Qué significa el regreso de Trump para México y el T-MEC?
La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca trae consigo una ola de incertidumbre económica y política para América del Norte. Aunque el T-MEC ha sido el pilar de la relación comercial entre México, Estados Unidos y Canadá durante tres décadas, el enfoque proteccionista y los cambios en la política migratoria y de seguridad que promueve el republicano prometen desestabilizar este equilibrio.
En México, la reacción inicial ha sido diversa: mientras que el gobierno de Claudia Sheinbaum opta por minimizar los riesgos y mantener un tono conciliador, empresarios y analistas advierten que el impacto podría ser profundo.
Las primeras señales: De Trudeau a Sheinbaum
La estrategia política de los socios comerciales ha tomado rumbos diferentes:
- Justin Trudeau: El primer ministro canadiense no perdió tiempo y viajó a Florida para reunirse con Trump en una cena privada, buscando un entendimiento temprano.
- Claudia Sheinbaum: La presidenta mexicana optó por una breve llamada telefónica con el presidente electo, priorizando una narrativa de respeto a la soberanía y minimizando las tensiones públicas.
Mientras tanto, Trump ha enviado mensajes contradictorios: una amenaza de aranceles del 25% a productos mexicanos y presiones para que México controle la migración, el narcotráfico y las relaciones comerciales con China.
Los riesgos económicos: Más allá de las amenazas arancelarias
México enfrenta una serie de desafíos estructurales en su relación con Estados Unidos bajo el trumpismo:
- Dependencia económica: El T-MEC sostiene una gran parte de la economía mexicana. Un posible debilitamiento podría costar miles de empleos y frenar inversiones.
- El nearshoring en peligro: Aunque México se ha beneficiado del traslado de cadenas de suministro desde Asia a América del Norte, la narrativa proteccionista de Trump podría limitar el alcance de esta oportunidad.
- Fentanilo y migración: Trump ha vinculado estos temas a la relación comercial, amenazando con medidas severas si no hay resultados contundentes en su combate.
Decisiones clave: ¿Qué debe hacer México?
En este contexto, México tiene poco margen para el error. A continuación, las decisiones estratégicas que definirán nuestra posición:
- Regulación del comercio con China:
- ¿Debería México aceptar restricciones en manufactura y telecomunicaciones chinas para alinearse con Estados Unidos y Canadá?
- La adhesión al acuerdo The Clean Network, que excluye componentes chinos de redes y telecomunicaciones, sería un paso hacia el consenso norteamericano.
- Fortalecimiento del Estado de derecho:
- El T-MEC exige organismos técnicos y juzgadores independientes. México deberá fortalecer sus instituciones para cumplir con estos estándares y evitar conflictos comerciales.
- Combate al contrabando y narcotráfico:
- Operativos como el decomiso de productos chinos en el Centro Histórico de la CDMX son un buen inicio, pero el desafío real radica en atacar las redes de tráfico y los grupos criminales detrás de estos delitos.
- Negociación diplomática con Trump:
- La relación personal y el diálogo directo serán cruciales. Canadá ya ha avanzado en este frente; México no puede quedarse atrás.
Un panorama complejo, pero no insalvable
Con una encuesta reciente de El Financiero que señala que 63% de los mexicanos que reciben remesas están preocupados por el regreso de Trump, el gobierno de Sheinbaum debe tomar medidas rápidas y estratégicas para garantizar estabilidad económica y social.
No será fácil. Las presiones arancelarias, los retos en seguridad y las exigencias de una relación comercial equilibrada requieren un enfoque quirúrgico y un frente político unificado.
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