En el marco de su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, hizo un significativo compromiso hacia las mujeres indígenas del país. Aseguró que su gobierno pondrá a este sector «en el centro de las políticas públicas». Este pronunciamiento tiene una fuerte carga simbólica, ya que se refiere a uno de los grupos más vulnerables y marginados en la sociedad mexicana: las mujeres indígenas.
Reconocimiento de una realidad invisible
Durante su intervención, Sheinbaum destacó la invisibilidad de muchas mujeres indígenas que, migrando hacia las ciudades, trabajan en el ámbito doméstico para que otras mujeres puedan acceder al mercado laboral. A menudo, estas mujeres no tienen acceso a derechos laborales, como la seguridad social, y son relegadas a las sombras del sistema, sin reconocimiento ni protección.
El compromiso de la presidenta es rectificar esta situación. «Muchas mujeres indígenas que migran a las ciudades a trabajar en el hogar para que otras mujeres puedan salir a trabajar, son invisibles», destacó Sheinbaum, enfatizando que estas mujeres, que luchan por su supervivencia y la de sus familias, deben ser colocadas en el «centro» de la agenda política de México.
Visión de igualdad de género
Desde su campaña presidencial, Sheinbaum ha mantenido la igualdad de género como uno de los pilares de su administración. Su lema, «No llego sola, llegamos todas», refleja un compromiso con la inclusión de las mujeres en todos los aspectos de la vida pública y privada. Además, en un país como México, donde persisten profundas desigualdades de género, Sheinbaum ha puesto especial énfasis en atender a las mujeres más desfavorecidas, especialmente a aquellas que pertenecen a pueblos indígenas.
«Por el bien de todas, también primero las pobres», citó Sheinbaum, adaptando la famosa frase de su antecesor, el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Con esta nueva perspectiva, la presidenta reitera que la mayor pobreza y discriminación recae sobre las mujeres indígenas, a quienes se les ha negado históricamente el acceso a derechos fundamentales, como la educación, la salud y la participación política.
Avances y retos para las mujeres indígenas
El gobierno de López Obrador, al que Sheinbaum sigue en muchos aspectos, fue pionero en la aprobación de la reforma indígena, una legislación que busca garantizar una mayor autonomía y derechos para los pueblos originarios de México. Los llamados Planes de Justicia han sido parte de este esfuerzo, pero, como señala Sheinbaum, aún falta mucho por hacer, especialmente en lo que respecta a la inclusión de las mujeres indígenas en estas iniciativas.
«La idea es que en los ‘Planes de Justicia’ haya una parte importante para las mujeres indígenas», comentó la presidenta. A través de este enfoque, Sheinbaum busca no solo avanzar en la autonomía de los pueblos indígenas, sino también garantizar que las mujeres de estos pueblos puedan acceder a las mismas oportunidades que las mujeres urbanas.
Contexto de la ceremonia de investidura
El compromiso de Sheinbaum hacia las comunidades indígenas tiene un simbolismo adicional en su ceremonia de investidura, celebrada el 1 de octubre en el Zócalo de Ciudad de México. En ese evento, la presidenta recibió el bastón de mando de una comunidad indígena, un acto que consolidó su alineación con los pueblos originarios y su política de inclusión.
Este gesto también está relacionado con el perdón de España por los abusos durante la conquista, un tema que Sheinbaum ha defendido en diversas ocasiones. Sin embargo, este posicionamiento ha provocado tensiones diplomáticas con España, que no ha visto con buenos ojos el llamado a una disculpa oficial por parte de los pueblos originarios.
Hacia una inclusión real y sustantiva
El gobierno de Sheinbaum tiene la oportunidad de transformar las políticas públicas para las mujeres indígenas, haciendo de ellas una prioridad real, más allá de las promesas. Los retos son grandes, pero el reconocimiento de las injusticias históricas y el compromiso hacia la igualdad pueden ser el camino para lograr una mayor equidad en las comunidades más empobrecidas de México.
La presidenta ha indicado que no solo se trata de ofrecer recursos o programas, sino de reconocer a las mujeres indígenas como parte fundamental de la construcción del país, para que no sean solo un símbolo de lucha, sino también agentes activos del cambio social.
Conclusión
Claudia Sheinbaum ha dado un paso importante hacia la inclusión de las mujeres indígenas en el centro de las políticas públicas. Este compromiso representa una oportunidad para transformar la situación de este grupo vulnerable en México. Sin embargo, el éxito dependerá de la implementación efectiva de las políticas prometidas y de la colaboración entre los distintos niveles de gobierno y las comunidades indígenas.
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