Con tono firme y mirada decidida, Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, lanzó una advertencia directa durante su conferencia matutina: quien robe medicamentos del sector público para venderlos en farmacias privadas enfrentará sanciones severas.
La mandataria señaló que este tipo de actos no solo representan un delito penal, sino también una traición a la confianza ciudadana. Los medicamentos destinados a hospitales y clínicas públicas están pensados para atender a millones de mexicanos que dependen del sistema de salud.
“Cualquiera que trabaje en un hospital público y extraiga un medicamento para venderlo en la farmacia de la esquina comete un delito, y debe ser denunciado”, enfatizó Sheinbaum.
Cofepris investiga farmacias y hospitales involucrados
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ya ha iniciado operativos de inspección en diversas entidades del país, luego de detectar que algunas farmacias comercializan medicamentos originalmente destinados al sector público.
El titular de IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch, informó que la Cofepris ha identificado un grupo importante de farmacias irregulares que vendían productos provenientes de hospitales públicos.
Además, reveló que algunos establecimientos han sido sorprendidos con medicamentos falsificados o sin registro sanitario, lo que agrava la situación al poner en riesgo la salud de los pacientes.
Este hallazgo detonó una serie de denuncias penales y procedimientos administrativos para suspender las licencias de operación de dichas farmacias.
Corrupción y falsificación: una doble amenaza
El robo de medicamentos del sistema público no solo representa una pérdida económica para el Estado, sino que pone en peligro la vida de los pacientes.
En muchos casos, los productos sustraídos son medicamentos de alto costo destinados a tratamientos oncológicos, antivirales o de enfermedades crónicas.
A esto se suma la falsificación de fármacos, un problema que la Cofepris ha combatido durante los últimos años mediante campañas de verificación y trazabilidad.
El cruce de información entre hospitales, almacenes y farmacias busca detectar desviaciones en la cadena de suministro y evitar que los medicamentos robados o falsos lleguen al público.
Sheinbaum impulsa una política de cero impunidad en salud
La advertencia de Claudia Sheinbaum forma parte de su compromiso con una política de cero impunidad en el sector salud, donde la corrupción y el desvío de recursos han sido históricamente un problema.
El gobierno federal trabaja para modernizar los sistemas de control y distribución de medicamentos, asegurando que cada dosis llegue a su destino legítimo.
Con ello, la administración busca garantizar que los programas del IMSS-Bienestar y el Insabi funcionen bajo principios de transparencia, eficiencia y justicia social.
El mensaje es claro: cuidar la salud pública es un deber
En un país donde millones dependen de los servicios públicos de salud, el robo de medicamentos no es un simple delito administrativo, sino un atentado contra el derecho a la salud.
El llamado de Sheinbaum no solo es hacia las instituciones, sino también hacia la sociedad: denunciar, vigilar y exigir transparencia en cada eslabón del sistema sanitario.
La salud pública, dijo la presidenta, “es un derecho, no un negocio”.


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