En el corazón de Morena, las tensiones entre el legado de López Obrador y el nuevo liderazgo de Claudia Sheinbaum quedaron expuestas con la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El Senado aprobó su continuidad bajo un proceso calificado como imposición, en el que los legisladores Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña jugaron un papel clave. Pero este movimiento, más que consolidar el proyecto de Morena, ha encendido alarmas en Palacio Nacional.
Adán Augusto y Noroña: ¿lealtad a Palenque o al proyecto nacional?
Según fuentes legislativas, la mayoría de los senadores votó por la reelección de Rosario Piedra no por convicción, sino por presión. “Era una instrucción de ‘arriba’”, repetían Adán Augusto y Noroña, asegurando que era lo que más convenía al movimiento.
Claves del conflicto:
- Desacato indirecto a Sheinbaum: La presidenta dejó claro que esta decisión fue exclusivamente del Senado. “Es una decisión del Senado… hasta ahí”, respondió seca, dejando entrever su descontento.
- Rebeldía interna: Este episodio evidencia que algunos liderazgos en Morena siguen alineados más al movimiento de López Obrador que al gobierno actual.
- Consecuencias políticas: Desde Palacio Nacional, este movimiento se interpreta como una traición, y no se descartan repercusiones para quienes impulsaron esta acción.
Sureste en la mira: tensiones en Tabasco y Chiapas
Los ecos del conflicto no solo afectan a la CNDH. En los estados del sureste, las fracturas internas en Morena se están profundizando, especialmente en Tabasco y Chiapas.
Tabasco: la acusación de Javier May
El gobernador de Tabasco, Javier May, arremetió contra el gobierno de Adán Augusto López, acusando a su exsecretario de Seguridad de vínculos con el crimen organizado.
Impacto político:
- La denuncia de May refleja la distancia creciente entre los liderazgos tabasqueños y la administración federal.
- Este episodio podría tener repercusiones en la relación de Morena a nivel nacional.
Chiapas: un estado inseguro
Por su parte, el gobernador saliente de Chiapas, Rutilio Escandón, enfrenta acusaciones de ocultar información clave antes de entregar el poder a Eduardo Ramírez. Además, Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, señaló a Chiapas como una de las entidades más inseguras del país.
“La entidad es un polvorín, reflejo de una gestión que no supo contener el avance de la inseguridad”, destacó Harfuch.
Morena en turbulencia: desafíos y fracturas internas
La reelección de Rosario Piedra y las tensiones en el sureste no son hechos aislados. Reflejan un momento crítico para Morena, que enfrenta el reto de consolidarse como partido de gobierno mientras lidia con divisiones internas.
- Falta de cohesión: Algunos líderes parecen más interesados en sus proyectos personales que en el proyecto nacional.
- Conflictos estatales: La inseguridad y las acusaciones entre figuras del partido afectan la percepción pública.
- Distancia con Sheinbaum: La presidenta busca marcar su propio liderazgo, pero enfrenta obstáculos de quienes siguen leales a López Obrador.
Querétaro y Guanajuato: ¿nuevas zonas de crisis?
En el Bajío, Querétaro y Guanajuato enfrentan sus propios retos. Durante la pandemia, Querétaro fue un refugio para miles de familias capitalinas, pero la creciente inseguridad bajo el gobernador Mauricio Kuri está desmoronando esa imagen.
Guanajuato:
Mientras tanto, en Guanajuato, Libia Dennise García, reciente líder estatal, no ha logrado controlar la violencia que azota a su entidad, pese a su esfuerzo por proyectar una imagen positiva en redes sociales.
Conclusión: Morena ante un cambio de era
La reelección de Rosario Piedra, las tensiones en el sureste y los retos en estados clave reflejan un partido en transición. Morena enfrenta un momento definitorio, en el que deberá decidir si prioriza la unidad y el proyecto nacional o se fragmenta en lealtades cruzadas.
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