A lo largo de la historia, el derecho al voto universal ha enfrentado constantes desafíos. Uno de los debates más actuales es la propuesta de elegir a jueces por voto popular, una iniciativa que ha desatado críticas desde los sectores conservadores. Sin embargo, este rechazo no es nuevo ni selectivo; forma parte de una tradición histórica de oposición al empoderamiento ciudadano.
De Rabasa a la actualidad: el desprecio al sufragio universal
El pensamiento conservador en México tiene raíces profundas. Emilio Rabasa, destacado liberal conservador, expresó en su obra «La Constitución y la Dictadura» argumentos que hoy resuenan en quienes cuestionan la capacidad del pueblo para elegir representantes en el Poder Judicial.
Un lenguaje elitista y excluyente
Rabasa consideraba que el sufragio universal era un error, afirmando que la política debía estar en manos de las élites. Frases como:
- “El requisito de saber leer y escribir no garantiza el conocimiento del acto electoral, pero excluye a la masa ignorante”
- “La lucha política es posible solo por la exclusión de los incapaces”
demuestran un profundo menosprecio hacia la participación popular.
El avance del sufragio universal y la resistencia conservadora
El camino hacia el voto universal ha sido una ardua lucha:
- Primeros votantes: Al inicio, el derecho al voto era limitado a hombres blancos, mayores y propietarios.
- Inclusión progresiva: Con el tiempo, se logró la participación de indígenas, negros, mujeres y jóvenes.
- De lo indirecto a lo directo: Pasamos del voto indirecto al derecho de elegir directamente a los titulares de los poderes del Estado.
El caso actual: elegir a jueces por voto popular
La propuesta de que los ciudadanos elijan directamente a los jueces representa una extensión lógica de estas conquistas democráticas. Sin embargo, la oposición de los conservadores demuestra su temor histórico al poder del pueblo.
¿Por qué temen los conservadores el voto popular?
- Pérdida del control de las élites: El voto popular reduce la influencia de grupos privilegiados sobre las decisiones políticas y judiciales.
- Mayor transparencia: Elegir jueces democráticamente obliga a rendir cuentas a la ciudadanía.
- Rompe con privilegios: Este sistema da oportunidad a una justicia más equitativa y alejada de intereses particulares.
Un debate que define el futuro de la democracia en México
La resistencia al voto popular en el Poder Judicial no solo refleja una postura ideológica, sino también una lucha por mantener el status quo. La pregunta es: ¿queremos un sistema donde los jueces estén al servicio de las élites o uno donde respondan a la ciudadanía?
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