San Luis Potosí, un estado mexicano que ha sido testigo de una creciente violencia vinculada al crimen organizado, vuelve a estar en el centro de la atención tras la aparición de nuevas narcomantas. Esta vez, el mensaje está dirigido al gobernador Ricardo Gallardo Cardona, quien asumió el cargo en septiembre de 2021. En un contexto de violencia desbordada, las acusaciones de vínculos con grupos criminales han alcanzado niveles alarmantes, poniendo en duda la integridad de la administración estatal.
La aparición de las narcomantas: «Narcogobernador» y acusaciones de corrupción
En diversas ubicaciones de San Luis Potosí, como puentes vehiculares, se han encontrado narcomantas firmadas por lo que se denomina «el pueblo potosino». Los mensajes no solo apuntan a Gallardo Cardona, sino también a figuras cercanas a él, como el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), José Luis Ruiz Contreras, y Rosalio Ramos García, mejor conocido como Chalio, responsable de operaciones de la Guardia Civil Estatal. Los mensajes acusan al gobernador de estar involucrado en actividades ilícitas como el huachicol, el lavado de dinero y el tráfico de migrantes.
El lenguaje utilizado en las narcomantas es duro y directo. «Tus calles se llenarán de sangre«, amenazan, apuntando a la supuesta protección que Gallardo Cardona ha brindado a grupos delictivos, mientras se menciona la traición y corrupción dentro de su gabinete. La presencia de estos mensajes, que se han convertido en una constante, refleja una lucha de poder en un estado donde la violencia parece ser parte del paisaje cotidiano.
¿Qué está enfrentando el gobernador Gallardo?
Desde su llegada al cargo, el gobernador Gallardo ha sido blanco de diversas críticas y acusaciones. La gestión de Gallardo no ha estado exenta de polémica. Se le ha señalado por presuntamente proteger a grupos criminales, como el Cártel del Noreste, y por no hacer lo suficiente para contener la violencia en el estado. En ocasiones, estas acusaciones han llegado hasta las narcomantas, donde se exponen detalles escabrosos sobre la implicación de funcionarios locales en actividades ilícitas.
La estrategia del gobernador ha sido mantener una postura firme. Frente a la acusación de «narcogobernador», Gallardo ha rechazado las acusaciones y enfatizado que su compromiso es con la seguridad de los potosinos. Sin embargo, la aparición constante de narcomantas y los mensajes de advertencia del crimen organizado siguen siendo un obstáculo para su administración.
La respuesta del gobierno: Seguridad y confianza en la justicia
En medio de esta tormenta de acusaciones, las autoridades han intentado desmentir las versiones de los narcos. La Secretaría de Seguridad Pública de San Luis Potosí, liderada por José Luis Ruiz Contreras, ha declarado que los mensajes tienen como objetivo «desestabilizar» las fuerzas de seguridad, especialmente en la región de la Huasteca Potosina, donde los enfrentamientos entre cárteles han dejado un saldo de víctimas.
El propio Gallardo Cardona ha subrayado que la seguridad es una prioridad en su gobierno. Sin embargo, las evidentes deficiencias en la estrategia de seguridad y la falta de resultados visibles han alimentado el descontento de la población. A medida que el gobierno local busca reforzar la presencia de las fuerzas de seguridad, las críticas a la administración continúan y los narcomensajes siguen apareciendo, advirtiendo sobre el control territorial que el crimen organizado tiene sobre diversas áreas del estado.
¿Qué implica esta crisis para los Potosinos?
La guerra contra el crimen organizado en San Luis Potosí ha puesto en evidencia la fragilidad del estado de derecho en la región. La constante presencia de narcomantas refleja un clima de impunidad y complicidad, donde las autoridades locales no han logrado erradicar la violencia ni ganar la confianza de la población. Los ciudadanos viven con el miedo palpable de que, a pesar de los esfuerzos del gobierno, el crimen sigue siendo una fuerza poderosa que dicta las reglas del juego.
Desafíos y retos para el gobernador de SLP
San Luis Potosí se encuentra en un punto de quiebre. Las acusaciones de narcotráfico, huachicol y lavado de dinero contra el gobernador Ricardo Gallardo Cardona marcan un capítulo oscuro en la historia política del estado. A medida que la violencia continúa azotando la región, las promesas de paz y seguridad parecen quedar en un segundo plano ante la creciente ola de denuncias y corrupción.
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