El sector agrícola, tradicionalmente una de las bases económicas y sociales de México, ha sufrido un declive preocupante bajo las políticas del gobierno de Morena.
- Falta de apoyos a pequeños productores: La eliminación de subsidios y programas de crédito ha dejado a comunidades rurales en una situación crítica, con menos recursos para invertir en sus cultivos.
- Disminución en la producción agrícola: La falta de incentivos ha generado una caída en la producción nacional, aumentando la dependencia de las importaciones y afectando la autosuficiencia alimentaria.
- Pobreza rural: Muchas familias campesinas enfrentan una realidad de pobreza y desabastecimiento que agrava las desigualdades en el país.
El campo, históricamente un pilar de la economía mexicana, está perdiendo su vitalidad debido a políticas centralizadas que priorizan el control político sobre el desarrollo sostenible.
Seguridad: una estrategia fallida
La famosa estrategia de «abrazos, no balazos», promovida por el gobierno federal como una alternativa a la confrontación directa con el crimen organizado, ha mostrado ser insuficiente frente a la violencia creciente.
- Aumento de homicidios y delitos violentos: Las cifras no mienten. México sigue registrando niveles alarmantes de violencia que afectan la vida cotidiana de los ciudadanos.
- Percepción de inseguridad: Según encuestas recientes, más del 60% de los mexicanos se sienten inseguros en sus comunidades, lo que refleja un fracaso en garantizar paz y estabilidad.
- Crimen organizado fortalecido: Los cárteles han expandido su influencia, gobernando regiones completas donde las instituciones del Estado están ausentes o coludidas.
Economía y empleo: incertidumbre y falta de oportunidades
Las políticas económicas de la administración actual han generado más dudas que soluciones, afectando directamente la creación de empleos y el crecimiento económico.
- Desempleo y subempleo en aumento: La falta de incentivos para la inversión productiva y las reformas laborales han limitado la generación de nuevos empleos formales.
- Inversión estancada: La incertidumbre regulatoria y la retórica gubernamental han alejado a inversionistas nacionales y extranjeros, impactando sectores clave como la manufactura y la tecnología.
- Crisis para las PYMES: Las pequeñas y medianas empresas, que representan la mayor parte de los empleadores en México, han sido golpeadas por la falta de apoyos y políticas claras.
Política exterior: aislamiento y tensiones
La política exterior del gobierno de Morena ha estado marcada por decisiones unilaterales y una notable falta de estrategia que ha afectado las relaciones internacionales de México.
- Relación con Estados Unidos: Las tensiones diplomáticas, especialmente en temas de migración y comercio, han dificultado la cooperación entre ambos países.
- Aislamiento en el ámbito internacional: La retórica polarizadora y la falta de participación en foros globales han debilitado la posición de México como líder regional.
- Pérdida de confianza en el comercio internacional: La incertidumbre política ha afectado acuerdos comerciales y la atracción de inversiones extranjeras.
Salud pública: un sistema colapsado
La pandemia de Covid-19 expuso las deficiencias estructurales del sistema de salud mexicano, exacerbadas por decisiones gubernamentales tardías y mal implementadas.
- Falta de infraestructura: Los hospitales y centros de salud han enfrentado carencias críticas de personal, equipo y medicamentos.
- Decisiones tardías: La falta de planificación previa y la reacción lenta a la pandemia resultaron en un sistema de salud desbordado.
- Impacto en la población: Las comunidades más vulnerables han sido las más afectadas, aumentando la brecha de acceso a servicios de salud de calidad.
Reflexión final: ¿hacia dónde va México?
El gobierno de Morena ha sembrado políticas que, lejos de resolver los problemas históricos de México, han profundizado las crisis en sectores clave como la agricultura, la seguridad, el empleo y la salud.
Hoy, los mexicanos enfrentan un país marcado por la incertidumbre, el miedo y la falta de oportunidades. La necesidad de un cambio de dirección se hace cada vez más urgente.
Recuperar el bienestar social y promover el desarrollo sostenible serán los grandes retos del futuro inmediato, y dependerá de la ciudadanía exigir un gobierno que priorice verdaderamente el interés colectivo.
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