La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED) ha solicitado la suspensión del proceso para la elección de personas juzgadoras, programado para el 1 de junio. Este pedido surge a raíz de la preocupación por las inconsistencias y riesgos que se presentan en la reforma judicial que pretende modificar la forma en que se seleccionan los miembros del Poder Judicial. Según la JUFED, este proceso no solo compromete la independencia del Poder Judicial, sino que también expone al sistema judicial mexicano a la injerencia política.
La Reforma Judicial y sus Inconsistencias
La reforma judicial, que fue impulsada para “democratizar” el sistema judicial mexicano, ha generado controversia debido a sus posibles implicaciones negativas. JUFED asegura que esta reforma, lejos de fortalecer la imparcialidad, facilita la injerencia política en el Poder Judicial. En particular, se señala que el diseño del proceso de elección plantea una serie de riesgos que comprometen la confianza pública en la justicia y la independencia de los jueces.
Entre los elementos más problemáticos, la JUFED destaca el recorte al presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE) para organizar el proceso, lo que podría comprometer la transparencia y eficacia de las elecciones. La reducción de personal electoral y la eliminación de casillas necesarias para garantizar una votación confiable podrían generar un alto nivel de abstencionismo. Esto, a su vez, podría dar pie a irregularidades como el acarreo de votos y la compra de votos, afectando así la legitimidad del proceso.
Riesgo de Confusión y Baja Participación
El proceso electoral propuesto por la reforma judicial contempla hasta seis boletas diferentes y hasta 60 candidatos por cargo, lo que genera una alta probabilidad de confusión entre los votantes. JUFED advierte que este modelo complejo podría inducir al voto superficial y desinformado, lo que pondría en riesgo la calidad democrática del proceso.
Además, la organización subraya que los propios miembros del INE han reconocido la posibilidad de que menos del 10% del padrón electoral participe en esta elección. Esto refleja la falta de apoyo social y la desconfianza que genera este proceso, lo cual podría afectar gravemente la legitimidad del sistema judicial mexicano.
La Imparcialidad Judicial en Juego
Otro de los puntos más críticos de la reforma es el impacto que podría tener sobre la imparcialidad judicial. El nuevo modelo permite que los tres poderes del gobierno propongan candidaturas para los puestos de personas juzgadoras, lo que podría generar un sesgo hacia aquellos candidatos con afinidad al partido en el poder. Esto pone en peligro el derecho de los ciudadanos a contar con jueces imparciales y capacitados, seleccionados de acuerdo con sus méritos y no en función de sus lealtades políticas.
JUFED también señala que, a pesar de las suspensiones judiciales que se han otorgado contra la reforma, estas han sido ignoradas o desestimadas, lo que constituye un incumplimiento flagrante del orden jurídico por parte de las autoridades del INE. Esta situación podría tener repercusiones graves no solo en la integridad del proceso electoral, sino también en la confianza de la sociedad en el sistema judicial.
Llamado a la Suspensión del Proceso
En este contexto, la JUFED exige que el proceso electoral para la elección de personas juzgadoras sea suspendido hasta que se resuelvan las inconsistencias y riesgos planteados por la reforma judicial. La organización resalta la necesidad de garantizar un sistema judicial independiente, imparcial y confiable, y advierte que la reforma, tal como está planteada, no cumple con estos principios fundamentales.
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