La seguridad en México sigue siendo uno de los temas más sensibles para la población y los actores políticos. Alejandro “Alito” Moreno, líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha señalado con dureza lo que considera una estrategia fallida que inició con Andrés Manuel López Obrador y continúa bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum Pardo. En sus declaraciones, Moreno acusó que la estrategia de “abrazos, no balazos” ha derivado en omisión y caos, mientras las cifras de homicidios dolosos alcanzan niveles alarmantes.
Críticas desde la oposición: ¿Qué dice Alejandro Moreno?
Alejandro Moreno, conocido por su papel como crítico constante del actual gobierno, compartió datos que, según él, reflejan el fracaso de la política de seguridad de Morena. En una publicación reciente, “Alito” mostró una estadística impactante: más de 208 mil homicidios dolosos registrados durante los últimos años de gobierno.
“Prometieron abrazos, no balazos, pero entregaron omisión y caos. La estrategia fallida ha normalizado la violencia mientras las familias lloran a sus seres queridos y pierden la esperanza”, escribió en redes sociales, acompañado de un llamado a priorizar la vida y la paz en las comunidades mexicanas.
Moreno enfatizó que esta crisis debería enfrentarse con valentía, un mensaje que resonó en redes sociales y en medios nacionales, reavivando el debate sobre la efectividad de las políticas de seguridad en México.
Estrategia de Claudia Sheinbaum: ¿Por qué mantener el enfoque actual?
Desde que asumió la presidencia, Claudia Sheinbaum Pardo ha mantenido su postura de no modificar la estrategia de seguridad heredada. Su enfoque busca atender las causas estructurales de la violencia, priorizando programas sociales y apoyos económicos que eviten que jóvenes se integren a las filas de la delincuencia.
Además, la mandataria ha reforzado la coordinación entre las principales instituciones de seguridad, incluyendo la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Secretaría de Defensa, la Marina, y la Guardia Nacional. Sin embargo, los resultados aún no muestran una disminución significativa en los índices de violencia.
En los primeros meses de su gobierno, se registraron 5,510 homicidios dolosos, siendo Guanajuato, Sinaloa y el Estado de México las entidades con mayores incidentes. Estos datos reflejan la dificultad de desarticular las bandas criminales y de garantizar la seguridad en el país.
¿Un cambio de rumbo es necesario?
Mientras las cifras de violencia se mantienen constantes, surgen preguntas sobre si la estrategia actual es suficiente para devolver la paz a México. Para Sheinbaum, declarar la guerra al narcotráfico o usar la fuerza bruta no es la solución. En cambio, se enfoca en una combinación de investigación y cooperación interinstitucional para lograr resultados sostenibles.
Sin embargo, las críticas de líderes opositores como Moreno y la presión social ponen en duda si este enfoque será suficiente para combatir la violencia que afecta al país desde hace décadas.
Un debate que no termina
La seguridad sigue siendo una asignatura pendiente para el gobierno mexicano. Mientras la oposición critica la estrategia de “abrazos, no balazos”, Claudia Sheinbaum defiende su continuidad. Lo cierto es que las comunidades siguen enfrentando los efectos de la violencia, y la sociedad exige resultados contundentes que devuelvan la tranquilidad al país.
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